Eugenio Oneguin de Alexander Pushkin
Amigos, no merecen ellas nuestras pasiones y cantares que nos inspira su belleza. Sus atractivos hechiceros son engañosos... cual sus piernas |
Eugenio Oneguin de Alexander Pushkin
Amigos, no merecen ellas nuestras pasiones y cantares que nos inspira su belleza. Sus atractivos hechiceros son engañosos... cual sus piernas |
Eugenio Oneguin de Alexander Pushkin
Encontrar es muy difícil por toda Rusia aún tres pares de esbeltas piernas |
Eugenio Oneguin de Alexander Pushkin
Ah, cuánta vida he derrochado en infinitas diversiones! Si la moral no degradada, aún iría a los bailes |
Eugenio Oneguin de Alexander Pushkin
Estén alertas! Buenas madres, cuuden mejor a sus hijas! Tengan a punto impertinentes! De lo contrario... Dios les guarde! Lo escribo porque me he alejado ya hace tiempo del pecado |
Eugenio Oneguin de Alexander Pushkin
Pasaba frente al espejo tres horas diarias por lo menos y, al dejar su aposento, bien parecía una Venís que iba, de hombre disfrazada |
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Eugenio Oneguin de Alexander Pushkin
Mis diosas. Dónde están ahora? Mi voz nostálgica les llama: Qué es de ustedes? Son las mismas U otras ha las reemplazaron? Escucharé sus cantares? |
Eugenio Oneguin de Alexander Pushkin
Qué bien sabía presentarse siempre distinto, fascinar a la inocencia con sus bromas, fingir la desesperación, decir cumplidos obsequios, intuir instantes de emoción, vencer a fuerza de pasión la resistencia impulsiva, buscar caricias, suplicando y exigiendo confesiones, captar qué dicen los latidos de otro corazón, logrando al fin la cita deseada...! |
Eugenio Oneguin de Alexander Pushkin
Qué pronto aprendió a fingir, disimular los sentimientos, hacer creer y disuadir, pasar por triste y celoso, mostrarse dócil o altivo, afectuoso o despectivo! |
Eugenio Oneguin de Alexander Pushkin
Qué pérfida hipocresía es distraer a un semivivo, ponerle en orden almohadas, administrar las medicinas y suspirar, pensando: "Cuando te llevará al fin el diablo?" |
Antología lírica de Alexander Pushkin
El genio del rechazo y de la duda/ al genio de pureza contempló/ y, sin quererlo, una emoción ardiente, / confuso, por primera vez sintió.
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Eugenio Oneguin de Alexander Pushkin
Entonces se dedicó ávidamente a la lectura; y un nuevo mundo, diferente del que conocía, se le fue revelando poco a poco.
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Gregorio Samsa es un ...