La paciente silenciosa de Alex Michaelides
Mientras subía la cuesta se me han saltado las lágrimas. No lloraba por mi madre, ni por mí, ni siquiera por ese pobre indigente. Lloraba por todos nosotros. Hay demasiado dolor en todas partes, solo que cerramos los ojos para no verlo. La verdad es que todos tenemos miedo. Nos aterrorizan los demás. Yo tengo miedo de mí misma…, y de la parte de mi madre que llevo dentro.
|