El virus de las palabras de Alena Graedon
—¿Por qué crees que dejó de leer la gente? Leemos para entrar en contacto con otras mentes. Pero para qué leer cuando estás ocupado escribiendo: describiendo con detalle los restos del naufragio de tu propia vida. Dejando constancia de manera compulsiva de hasta la última migaja que comes; de que tienes frío; o, no sé, de que un partido de fútbol te ha partido el corazón. Un flujo incesante que llega a un público compuesto por todos y por nadie.
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