La hija del capitán de Aleksandr Pushkin
Y que le haya ocurrido aquel percance, para un joven no es una vergüenza: el caballo tiene cuatro patas y a veces también tropieza.
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La hija del capitán de Aleksandr Pushkin
Y que le haya ocurrido aquel percance, para un joven no es una vergüenza: el caballo tiene cuatro patas y a veces también tropieza.
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