Joseph Balsamo: Memorias de un médico de Alejandro Dumas
Que todos los hombres son hermanos, que toda sociedad que se compone de amos y siervos, está mal constituida, y que llegará un día en que todos los individuos sean iguales.
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Joseph Balsamo: Memorias de un médico de Alejandro Dumas
Que todos los hombres son hermanos, que toda sociedad que se compone de amos y siervos, está mal constituida, y que llegará un día en que todos los individuos sean iguales.
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Joseph Balsamo: Memorias de un médico de Alejandro Dumas
No impidáis mi partida. Huyo de un hombre a quien amo; pero ante todo, soy romana y buena cristiana. Ese hombre perdería mi alma si continuase más tiempo a su lado; es un ateo y un nigromántico a quien Dios acaba de prevenir por medio de un rayo.
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Joseph Balsamo: Memorias de un médico de Alejandro Dumas
¿Y suponéis que es fácil empresa la de hacer repugnantes a la Francia esas flores de lis, brillantes como las estrellas del firmamento, cariñosas como el aromático olor de la flor que representan, y que han llevado a todos los ámbitos del mundo, durante mil años, la civilización, la caridad y la victoria? Haced la experiencia, hermanos míos, y os doy, no veinte años, sino un siglo.
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Joseph Balsamo: Memorias de un médico de Alejandro Dumas
¿Cómo un pueblo, y con más razón el francés, que perdona el mal y recuerda el bien, pues le han bastado Carlomagno, San Luis y Enrique IV, para respetar la vida de veinte reyes cobardes y crueles?
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Joseph Balsamo: Memorias de un médico de Alejandro Dumas
Entonces, lo mismo que Pitágoras recordó haberse encontrado en el sitio de Troya, así yo recordé las treinta y dos existencias por que había pasado.
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Joseph Balsamo: Memorias de un médico de Alejandro Dumas
También estudié las lenguas vivas y muertas. Conocía todos cuantos idiomas hay desde el estrecho de los Dardanelos hasta el de Magallanes.
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Joseph Balsamo: Memorias de un médico de Alejandro Dumas
Quedas libre desde este instante de la pretendida promesa hecha a la patria y a las leyes; jura descubrir al nuevo jefe a quien has reconocido, todo cuanto hayas visto o hecho, leído u oído, cuanto hayas aprendido o descubierto, y hasta investigar y espiar lo que no se presenta a tu vista.
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María Estuardo de Alejandro Dumas
"Hay entre los reyes, nombres predestinados al infortunio: en Francia, ese nombre es Enrique. Enrique I fue envenenado, a Enrique II lo mataron en un torneo, a Enrique III y Enrique IV los asesinaron. En cuanto a Enrique V, cuyo pasado ha sido ya tan funesto, sólo Dios sabe lo que le reserva el futuro. En Escocia, ese nombre es Estuardo." |
Los tres mosqueteros de Alejandro Dumas
Llora — dijo Athos a su amigo —, llora, corazón lleno de amor, juventud y vida. ¡Ay! Quién me diera a mí el poder llorar como tú lloras.
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El hombre de la máscara de hierro de Alejandro Dumas
El prisionero de la máscara de hierro jamás fue encontrado, se decía entre los carceleros que murió en prisión, otros que recibió un indulto real y fue trasladado al campo donde vivía discretamente visitado a menudo por la Reina, el rey Louis XIV fue un eficiente rey que dio a su pueblo comida, prosperidad y paz, y se le recuerda como el gobernante más grande de la historia de su nación
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El hombre de la máscara de hierro de Alejandro Dumas
Prefiero morir luchando cubierto de sangre, que de viejo cubierto por mis propios meados
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El hombre de la máscara de hierro de Alejandro Dumas
D'Artagnan, ¿el rey tiene problemas de amantes?, ¿tiene problemas para llenar su cama?, ¡yo serví a su padre!, y hasta el día en que me retiré le serví lealmente, y ahora para seducir a una mujer que no valdrá nada para el una vez la haya poseído, ¿el rey va a poner en peligro la vida de mi hijo?
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El hombre de la máscara de hierro de Alejandro Dumas
Aún le sigues siendo leal a pesar de que el pueblo lanza huevos podridos contra su emblema real
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Los tres mosqueteros de Alejandro Dumas
Los locos y los héroes, dos clases de imbéciles que se parecen bastante.
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Los tres mosqueteros de Alejandro Dumas
Quien tiembla un segundo deja escapar quizá el cebo que precisamente durante ese segundo la fortuna le tendía.
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El hombre de la máscara de hierro de Alejandro Dumas
Y en cuanto a ti hermano, volverás a prisión y llevarás la máscara que tanto odias, ¡la llevarás hasta que la ames!, y morirás con ella
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El hombre de la máscara de hierro de Alejandro Dumas
La espada de un loco puede estar más afilada que su cerebro
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¿A quien baila Raquel en la fiesta en la casa de los hidalgo?