Joseph Balsamo: Memorias de un médico de Alejandro Dumas
Quedan, pues, la servidumbre del rey, los cuerpos privilegiados, la guardia, los suizos y los mosqueteros, que apenas forman cinco o seis mil hombres, pero ¿qué hará ese puñado de pigmeos el día en que el pueblo se levante como un gigante?
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