Joseph Balsamo: Memorias de un médico de Alejandro Dumas
¡Bah!, no me espantas. Una vez me pegaste porque tenías celos... Entonces me querías todavía... ocho días después de nuestro día feliz; y yo me estuve quieta. Pero hoy, no sufriré que me pegues, ¿lo entiendes?... ¡No!, ¡no!, porque ahora soy yo la celosa y tú no me quieres
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