Joseph Balsamo: Memorias de un médico de Alejandro Dumas
No impidáis mi partida. Huyo de un hombre a quien amo; pero ante todo, soy romana y buena cristiana. Ese hombre perdería mi alma si continuase más tiempo a su lado; es un ateo y un nigromántico a quien Dios acaba de prevenir por medio de un rayo.
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