La dama del alba de Alejandro Casona
A la vida y a mi nos ocurre esto muchas veces; que no sabemos el camino, pero siempre llegamos a donde debemos ir.
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La dama del alba de Alejandro Casona
A la vida y a mi nos ocurre esto muchas veces; que no sabemos el camino, pero siempre llegamos a donde debemos ir.
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La dama del alba de Alejandro Casona
Pero tú perteneces a un pueblo que ha sabido siempre mirarme de frente. Vuestros poetas me cantaron como a una novia. Vuestros místicos, como una redención. Y el más grande de vuestros sabios me llamó "libertad".
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La dama del alba de Alejandro Casona
Abuelo: —Creíste que podías engañarme, ¿eh? Soy ya muy viejo, y he pensado mucho en ti.
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La dama del alba de Alejandro Casona
PEREGRINA.—No os entiendo. Si os oigo quejaros siempre de la vida, ¿por qué os da tanto miedo dejarla? ABUELO.— No es por lo que dejamos aquí. Es porque no sabemos lo que hay al otro lado. PEREGRINA.—Lo mismo ocurre cuando el viaje es al revés. Por eso lloran los niños al nacer. |
Prohibido suicidarse en primavera de Alejandro Casona
Esa contradicción constante del suicida con la lógica de la vida. ¿Por qué se matan más los triunfadores que los fracasados? ¿Por qué se matan más los hombres en la juventud que en la vejez? ¿Por qué se matan más los enamorados que los que no han conocido amores?... ¿Y por qué se matan al amanecer más que de noche, y en la primavera más que en el invierno?
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Prohibido suicidarse en primavera de Alejandro Casona
Ven, muerte, tan escondida Que no te sienta venir Porque el placer de morir No me vuelva a dar la vida. |
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Siete gritos en el mar de Alejandro Casona
— ¿No recuerdan que nos llamó "los siete grandes culpables"? A fuerza de navegar habrá llegado a imaginarse que el mundo del pecado está también dividido en tres clases como los barcos. — ¿Y por qué no? Hay la tercera de la necesidad: los que roban para comer. Hay la segunda de los mediocres: los que no hacen mal, pero lo toleran por comodidad. Y hay, finalmente, una aristocracia negra: los que lo hacen por el placer de hacerlo, los de la crueldad y la soberbia, los del dolor inútil... Por lo visto, ustedes son aquí "los siete pecadores capitales". |
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Siete gritos en el mar de Alejandro Casona
Son las únicas amistades verdaderas; las de los viajes. Como son tan cortas no hay tiempo para los desengaños.
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La barca sin pescador de Alejandro Casona
Conviene que el oso este bien muerto antes de repartirse la piel.
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La barca sin pescador de Alejandro Casona
No puedo detenerme en sentimentalismos. El corazón es un mal negocio.
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Prohibido suicidarse en primavera de Alejandro Casona
La he venido observando días; ha visitado todas nuestras instalaciones: la de los ahogados, el bosque de suspensiones, la sala de gas perfumado... Todo le parece excelente.en principio, pero no acaba de decidirse por nada. Sólo le gusta llorar.
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Los árboles mueren de pie de Alejandro Casona
Isabel.—Entonces, ¿de verdad crees que el arte vale más que la vida? Mauricio.—Siempre. Mira ese jacarandá del jardín; hoy vale porque da flor y sombra, pero mañana, cuando se muera como mueren los árboles, en silencio y de pie, nadie volverá a acordarse de él. En cambio, si lo hubiera pintado un gran artista, viviría eternamente. |
Los árboles mueren de pie de Alejandro Casona
La culpa es del tiempo, que siempre anda a contramano.
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La barca sin pescador de Alejandro Casona
Ricardo: —Entendámonos. ¿Has venido a perder mi alma o a darme una lección de moral? Caballero: —Nunca he sabido hacer uno sin lo otro. |
La barca sin pescador de Alejandro Casona
No puedo detenerme en sentimentalismos. El corazón es un mal negocio.
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La barca sin pescador de Alejandro Casona
Caballero: —(...) Yo siempre elijo para los hombres ese mal cuarto de hora que vosotros elegís para las mujeres.
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¿Quién mata al elfo Dobby?