La ira de los ángeles de Alden Bell
Hay otras ciudades, pero siguen son mostrar signos de vida normal. Empieza a imaginarse que ella es la única persona que ha quedado en el planeta rodeada de todos esos pellejos. En tal caso, lo primero que haría sería buscar un mapa y recorrer el país para hacer turismo. Empezaría por Nueva York y después se aventuraría a recorrer todo el camino hasta San francisco, Podría encontrar un perro callejero o domesticar un lobo y hacerle que se sentara a su lado y sacara la cabeza por la ventanilla.
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