Esperando al viento de Alba Cayuelas Abellán
Volvió a recorrer sus brazos hacia arriba y cuando llegó al cuello lo atrajo hacia ella. Adam agachó la cabeza y la besó con fuerza, y ella enredó los dedos en su cabello. Él la levantó por la cintura y la sentó en el borde del muro, mientras seguía besándola. -Estaría así todo el día -dijo él, entre sus labios. |