La vida descalzo de Alan Pauls
¿Literatos en la playa? Alguna vez, un amigo escritor que adoro pero al que no veo mucho, cosa de que cada encuentro sea para ambos un breve pero intenso tratamiento de rejuvenecimiento, me confesó que no iba a la playa no porque odiara el sol o le diera escalofríos el mar o le molestara la arena (aunque también por eso), sino porque no podía imaginarse una biblioteca en ninguna parte.
|