Refugiado de Alan Gratz
La cabeza baja, la capucha puesta y la mirada en el suelo. Vuélvete insignificante. No llames la atención. Desaparece. Esa era la manera de evitar a los matones.
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Refugiado de Alan Gratz
La cabeza baja, la capucha puesta y la mirada en el suelo. Vuélvete insignificante. No llames la atención. Desaparece. Esa era la manera de evitar a los matones.
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