Un libro que contiene dos relatos cortos plagados de fina ironía y auténtico humor inglés. Muy recomendable.
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Un libro que contiene dos relatos cortos plagados de fina ironía y auténtico humor inglés. Muy recomendable.
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Aunque a muchos de nosotros miss Shepherd nos pueda parecer una mujer adorable, muy pocos seriamos capaces de dejar que se instalara en nuestro jardín, y mucho menos, que utilizara el corazón de toda casa. El retrete. Ni pestañeo, mi respuesta es no. La dama de la furgoneta es una mujer alejada del orden y aseo personal y después todo lo que queráis, pues a mí con ciertos efluvios imposibles de erradicar, se me acaba la bondad. Ya puede tener distorsionadas todas las capacidades psíquicas y que sus extravagancias nos hagan gracia. O jabón o puerta, no hay más. Vuelvo a tropezar con un autor que utiliza las muletillas de sus personajes para caricaturizarlos hasta el hartazgo, a mi esto, me asfixia, veo innecesario el abuso. ¡¡Cuanto daño hizo Salinger a la literatura!! ( su guardián, en este aspecto, es insufrible) Sin embargo, Bennett consigue algo inaudito, su protagonista supera, con creces, a la narrativa empleada. No podemos hablar de una novela, sino de una colección de vivencias personales junto a esta mujer que también tuvo sus cosas buenas. El exquisito humor del autor (algo tenían que hacer bien los isleños) es su mejor aporte, el texto evoluciona positivamente hacia un final que enternece y te hace sentir algo culpable a partes iguales. No nos equivoquemos, miss Shepherd hizo lo que le vino en gana, y en nuestra apreciación de mujer loca, tuvo más libertad que cada uno de nosotros. No puedo darle más nota, el libro tampoco se presta, no hay grandes alardes, Bennett renuncia a ellos de manera acertada. Seguramente sea el mejor tres estrellas, el que más me convenza, y además como respiro a otras densidades y tensiones, viene fenomenal. Empujemos entre todos esta furgoneta mientras miss Shepherd hace señales con sus manos desde el asiento de la conductora. + Leer más |
Una narración breve, entretenida y agradable. La historia pone en relieve las dificultades que tuvo el escritor para convivir con una persona en decadencia, con una conciencia política férrea y una forma de ser y de vivir lejos de lo considerado como normal. Desde una perspectiva compasiva y respetuosa, Bennett consigue crear un retrato noble y entrañable de Miss Shepherd, consiguiendo despertar en el lector la empatía para con ella nada más empezar la lectura. Una novela con cierta dosis de crudeza pero, a la vez, simpática, tierna y, sobre todo, muy original. Enlace: https://www.instagram.com/to.. |
Conocí a este autor con Una lectora nada común, con la que disfruté de su fino humor británico. Después me quedé con ganas de más y leí Dos historias nada decentes, un libro que contiene dos relatos con los que disfruté aún más si cabe de su auténtico humor inglés, aderezado con toques de fina ironía y plagado de situacioness rocambolescas. Por lo que no me pude resistir a leer este breve relato. En esta ocación la historia se basa en una experiencia personal del propio autor. Alan Bennett acogió en el jardín de su casa, en un principio de manera temporal, pero finalmente durante quince años a una vagabunda que merodeaba por su barrio viviendo en una furgoneta. Miss Shepherd era ya muy conocida en el barrio y después de que un grupo de gamberros la atacase, el autor decidió invitarla a vivir en el cobertizo de su jardín, para así poder estar tranquilo, sin tener que preocuparse por ella y poder seguir escribiendo. Miss. Shepherd es todo un personaje, en el sigificado literal de la palabra. Con un carácter indómito e independiente, es una mujer que no se arredra ante nada y que siempre tiene que salirse con la suya. Con su dignidad inglesa como estandarte y con su orgullo por bandera, la dama de la furgoneta hace y dice lo que quiere, sin importarle nada, salvo mantener en secreto su pasado. Un pasado con algunos puntos oscuros, que sólo tras su muerte saldrá a la luz. Una historia contada a modo de entradas en un diario, con anotaciones muy espaciadas en el tiempo, y que reflejan de una manera muy inglesa los sentimientos que el autor experimentó duante esa época con respecto a esta inquilina a la que se vió obligado a acoger, con una mezcla de misericordia y menor de los males. Trata temas muy tristes, como el de las personas sin hogar y los problemas mentales, pero de una manera tierna y sin caer en excesivo sentimentalismo, que te conmueve pero consiguiendo ponerte una sorisa en los labios. Una lectura amena y sorprendente, que te toca directamente al corazón y te hará pasar un buen rato. Enlace: https://misgrandespasiones-r.. + Leer más |
Es una obra con tintes biográficos, ya que está basada en una parte en la vida del autor. En concreto, los quince años en los que la Sra. Shepherd estuvo ocupando el jardín que tenía delante de su casa. En absoluto se trata de una anciana bonachona y agradable sino que es todo lo contrario: antipática y extravagante. Tampoco se trata de una mujer agradecida por los múltiples favores y recados que Alan Bennett le hizo durante esos quince años. Bennett consigue con sus descripciones hacernos una idea del estado de esa furgoneta que sirvió de vivienda a esta basta, sucia y desagradable anciana y el algunos momentos, resulta fascinante como, mientras leemos, podemos “oler” el interior de ese vehículo. Es un relato entretenido de leer, sin más, no te cambia la vida, pero es un buen libro para descansar entre libros más densos. Enlace: https://soysilvestre.wordpre.. |
4,5. Un libro que se lee en nada, muy ameno, que me ha encantado. Nos acerca a una protagonista, en esta ocasión una persona conocida por todos nosotros, que tras cierto evento se vuelve una devoradora de libros, descubriendo esta pasión quizás algo tarde, pero que está dispuesta a ponerse al día... A través de esta trama tan original el autor nos acerca a cómo los lectores vamos pasando por diversas fases, que es un camino que se va recorriendo, que no es cosa de la noche a la mañana y que debemos respetar los pasos en el avance. Por ello, algunos libros es mejor leerlos con cierto bagaje lector porque llegaremos mejor a ellos que siendo noveles, de ahí que haya libros que incluso pueden romper la amistad con la lectura si se leen antes de tiempo. Vemos que al conectar con la lectura nace el deseo irrefrenable de leer, de descubrir otras historias, otras vidas, otros mundos, otros autores... algo que no acaba, que cada libro nos lleva a otros; el ver las cosas con otra perspectiva tras el recorrido lector, "la lectura nos ablanda" En definitiva, recomiendo mucho este pequeño libro, que nos habla de los lectores, de la lectura no como deber sino como placer, de cómo vamos creciendo como lectores y de cómo las diversas lecturas que hacemos van ahondando en nuestra persona. + Leer más |
Una delicia de libro! La verdad es que describe de manera magistral cómo nos podemos llegar a sentir los lectores y esa pasión, casi adictiva que nos hacen sentir los libros. En este caso este nuevo hábito es muy criticado y hasta llega a repercutir en las tareas, comportamientos y hasta en la forma de ver la vida de esta nueva lectora nada común. Es el primer libro que leo de Bennette y me quedo asombrada y enamorada de su pluma, además de que me llevo unos cuantos autores a mi eterna lista de los pendientes. En definitiva un libro que además de sumar entretiene.
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Tengo que admitir que aunque esta novela estaba entre mis pendientes, nunca lo situaba entre mis prioridades por lo pintoresco de la trama. Bien, la historia es sencilla y corta (poco más de 100 páginas) pero con una trama perfectamente elaborada y con unos personajes (sobretodo la reina) que se ganan el cariño del lector y que consiguen sacar más de una sonrisa a lo largo de la lectura. Para mí ha sido una novela tan entretenida como brillante que ha llegado en el momento en que necesitaba una lectura de desconexión. |
Lo mucho que me gustó esta historia: el tono, el sentido del humor, el desarrollo de los personajes. Habla de cómo, quienes leemos, atesoramos esos momentos en los que nos vamos a vivir otras vidas; de cómo leer nos lleva a conocernos más, a conocer el mundo; a interesarnos por el mundo. Si a esto le sumamos el juego que da la posición de la protagonista... obtenemos como resultado una historia muy genial. ¿Que quién es la protagonista? La reina de Inglaterra. |
Una historia ocurrente y divertida. La reina de Inglaterra, la actual, descubre, casualmente, el placer por los libros y por la lectura, hasta el punto de casi casi descuidar, o deslucir, sus compromisos como monarca. Con el afán de recuperar todo el tiempo perdido, leer se ha convertido en una actividad prioritaria y primordial y eso no gusta nada en la corte. "- Pero a Su Majestad, sin duda, debieron de aleccionarla. - Desde luego --dijo la reina--, pero aleccionar no es leer. De hecho es la antítesis de la lectura. Aleccionar es sucinto, concreto y pertinente. Leer es desordenado, disperso y siempre incitante. El aleccionamiento cierra un tema, la lectura lo abre. - Me pregunto si Su Majestad visitaría otra vez la fábrica de zapatos --dijo Sir Kevin. - La próxima vez --dijo la reina, cortante--. ¿Dónde he dejado mi libro?" |
"Una vida sin reflexión no merece la pena ser vivida", Sócrates Es este viaje al conocimiento de uno mismo, haciendo un necesario rodeo previo por otras vidas, otros mundos, lo que nos narra esta breve y jugosa, nutritiva novelita. Una vida tan superlativa, tan llena de acontecimientos y siempre en el foco de la atención del mundo entero como la de Isabel Alejandra María, HM, sufre un vuelco cuando descubre una pasión, un paso a una realidad aún más plena. No es baladí que figuras como Jean Genet y, sobre todo, Marcel Proust, ambos tan ajenos en principio, tan franceses, ocupen un lugar destacado (que no voy a revelar, que quiero que corras a tu biblioteca o librería favorita y te hagas un favor y lleves esta pequeña joya a Tu Rincón). ¿Qué es una buena vida? ¿En qué consiste ser humano? Uno de mis temas de siempre, aquí desarrollado a través de una fábula que comienza con los corgi y termina, como manda la tradición, con una extraordinaria reunión en la Waterloo Chamber. Entremedias, ya sabes, rompiendo esquemas, abriendo puertas ("my favourite thing"), fino humor inglés a raudales y una buena colección de "pullas y zascas" memorables. ¿Algo más? El perfecto acompañamiento para esta fiesta del Jubileo que de algún modo todos vivimos. + Leer más |
Alan Bennett escribe en 2007 esta ucronía, en la que a través de un personaje tan significativo como la Reina de Inglaterra, acudimos a la evolución de un lector empedernido, pasando por sus diferentes fases, desde los inicios lectores, hasta el atrevimiento del paso de lector a escritor. Partiendo de la premisa de que "Un libro es un artefacto para encender la imaginación", Bennett hace una crítica en primer lugar a la figura de la Reina, y a los convencionalismos a que se ve sometida por razón de su cargo, haciéndola salir de este mundo y convirtiéndola en un personaje mas humano. También critica el aislamiento al que los lectores se ven sometidos por razón de su lectura y les convierte en seres egoístas. Hace reflexionar sobre si la lectura lo es todo en la vida, invitándonos a desarrollar otras facetas, en definitiva a vivir. Sin duda un imprescindible de la literatura contemporánea. |
En 1997 ahorraba la niña que era, expectante, deseando que llegara al escaparate de la librería de mi barrio la traducción de Los Windsor. Radiografía de la familia real británica, de Kitty Kelley, que dejaba al descubierto a una de las familias reales que más fascinación ejercían en mi personita, después de Alfonso XII y la Reina Mercedes, desde 1917 hasta 1996, vamos, un año antes de la salida del libro. Y el volumen no me defraudó. Cuatro años de su vida había dedicado Kelley a esta biografía, leyendo más de trescientos libros sobre la historia de la monarquía británica y entrevistándose con ochocientas personas. Ahí es nada. Ya venía yo de haber leído la conocidísima Diana (1992), de Andrew Morton y varios manuales sobre la historia de Inglaterra. Ni que decir tiene que si, entonces, hubiera existido Netflix, habría visto, no una ni dos veces, la serie The Crown (2016- ), que me tiene totalmente enganchada. Si bien durante una época mis intereses se centraban en la Princesa Diana, que nunca tuve claro si supo recomponerse o tan solo practicó el fake it until you make it. Y ahí se quedó. Pero, en los últimos tiempos, tras observar con detenimiento los gestos, repetidos una y otra vez, de la reina de las reinas, me he preguntado muchas veces cómo debe ser estar del otro lado. Ser la elegida por voluntad divina para ostentar corona, soportar ministros y pasear el bolso por tu propia casa. Aunque esta sea un palacio. ¿Y qué llevará esta señora en su bolso? Al final, gracias a la divertida e inteligente novelita Una lectora nada común (2007), de Alan Bennett lo he descubierto. Y es que, si es un problema para el gobierno tener un pueblo que lea, no digamos ya lo que puede suponer que sea la reina la que, convertida en apasionada lectora, revolucione un mundo de convenciones y poderes que se han mantenido petrificados durante siglos. Enlace: https://www.instagram.com/mi.. + Leer más |
"UNA LECTORA NADA COMÚN" de Alan Bennet- ¿Que pasaría si a la reina Isabel II de Inglaterra, le invadiese una ferviente pasión por los libros?. . Pues eso es precisamente lo que nos narra Alan Bennet en "Una lectora nada común": el hipotético caso de que la reina de Inglaterra, se encontrará un día con una biblioteca ambulante a las puertas de palacio, se llevará un libro prestado, y ese fuese el comienzo de su intensa afición. . Una historia sencilla e ingeniosa, escrita con maestria, y buenas dosis de fino humor inglés, y en la que el autor pone de manifiesto la posible vida lectora, de una personalidad que a priori puede parecernos muy lejana, pero que plantea de una forma tan acertada, que podría ser totalmente verosímil. . Pero más allá de todo esto, y de la latente crítica al poder, de lo que realmente trata este libro, es del amor por los libros; pues que lector no se siente identificado, con ese sentimiento que nos invade cuando descubrimos a un nuevo autor favorito, con las interminables listas de libros pendientes que tenemos, o con esa sensación de estar con gente, y querer volver pronto a casa junto a nuestro libro. . Una joyita muy disfrutable, que hará las delicias de todos los lectores, y que yo he disfrutado mucho. + Leer más |
Una lectora nada común de Alan Bennett ¿Cómo llegué a este libro? Fue una recomendación de Marian del @elbauldelaslibélulas en Instagram. No conocía al autor, un británico, nacido en mayo de 1934 (88 años). Pero me llamó la atención la sinopsis y que Marian nos dijera que era una lectura imprescindible para los amantes de los libros. Gracias a sus perros la Reina de Inglaterra descubre una biblioteca ambulante aparcada en su jardín. A partir de ese momento la literatura pasa a ser la gran protagonista. Vamos acompañando a la Reina en sus obligaciones de cada día, cumpliendo con todo tipo de protocolo pero, siempre acompañada de un libro y del humor inglés. Los libros la humanizan y empieza a preocuparse por las personas de su entorno. Creen que empieza a padecer Alzheimer, la encuentran rara. Nada más lejos de la realidad. Reseña completa en mi web: Enlace: https://www.cruzromon.com/un.. |
Tenemos una joyita de sólo 122 páginas dónde A. Bennett toma como protagonista a SM Elizabeth II en ávida lectora tardía (80 años), con la consecuencia que SM se zafa un pelín del Protocolo y hasta de su guardarropía. So shocking ! Esta parodia con humor 100% British es muy divertida. Imaginar que la Reina descubre la lectura lúdica gracias a un cocinero de Buckingham Palace. Y por qué no ! El joven y pelirrojo Norman Seakins será ascendido a paje de la Reina y será su principal consejero y proveedor de variopintas lecturas. SM demuestra tener exquisito vocabulario porque declara que Norman es su tabelión y ella se declara una opsímata, lo que en inglés medieval refleja a una persona que aprende tarde en la vida. Alan Bennett hace de la novela una joya meta literaria citando una ristra de autores/as célebres, casi todos británicos. Me llamó la atención su crítica hacia el estilo de Henry James, pero Uds. saben, todo está permitido en materia de gustos y colores… Rápidamente la Reina no se contentará con leer, sino que desea, además, acercarse a la gente para intercambiar sobre las lecturas y tener otras sensaciones. Así, bajo nuestros ojos, SM se vuelve subversiva gracias al conocido poder de la lectura. Esto indispone a muchos en el Reino Unido, especialmente a su Primer Ministro, a su secretario particular y sobre todo al sacrosanto Protocolo. Y como la reina no se pertenece a ella misma, sino a sus súbditos, esta libertad que se ha tomado será castigada, entre otras cosas, con el despido de su paje-tabelión. Esto sin contar con la fina perspicacia de SM que se da perfecta cuenta de los trapicheos a su alrededor. Durante la gran fiesta de sus 80 años la Reina anuncia que dejará la lectura por…la escritura, provocando un pánico general. Una parodia divertida y cáustica de la función Real y un verdadero homenaje a la lectura. God save the Queen ! Enlace: https://pasiondelalectura.wo.. + Leer más |
Si la sinopsis de un libro (o lo que te cuentan sobre él) reza que lo que vas a encontrar dentro es una historia en la que la protagonista es nada menos que la reina Isabel II de Inglaterra (sí, la de verdad, la que vemos camino de los cien años hecha una chavalina para desesperación, imagino, de su heredero)... pues como que tira para atrás, ¿verdad? No dan muchas ganas de ponerse con él y darle una oportunidad. Craso error. Enorme disparate. Ni se os ocurra descartar este libro por su protagonista o la aparente temática, porque os estaríais perdiendo una joyita (digo esto mucho últimamente, pero es que estoy teniendo suerte con mis lecturas. Alabados sean los libros, y alabadas sean aquellas amigas que te conocen tan bien como para hacerte regalos como estos). Alan Bennett, un señor que solo podría haber nacido y existido en Inglaterra, de esos que son genios en todo lo que hacen y que cuando les nombran lord, o sir, o lo que se les ocurra, tiran de humor british e ironía para llevarse las manos a la cabeza y rechazarlo como si les estuviesen ofreciendo té a las 8 de la tarde, se pone el mundo por montera y coge a su reina, la insigne y eterna Isabel II, y la hace protagonista de su libro. Y encima le sale una novela que todo amante de la Literatura (así, con mayúscula), todo aquel que adore los libros, todo aquel que guste del humor y la fina ironía británicos y todo aquel que devore ávidamente lecturas relacionadas con la literatura, debe leer. Sin más. "Leía, por supuesto, como todo el mundo, pero el gusto por los libros era algo que dejaba a los demás. Era un hobby, y la naturaleza de su trabajo entrañaba no tener hobbies. El jogging, cultivar rosas, el ajedrez o escalar, el aeromodelismo y decorar tartas. No. Las aficiones suponían preferencias y había que evitar las preferencias: excluían a gente. No tenía preferencias. Su trabajo consistía en mostrar interés, pero no en interesarse. Y además leer no era hacer algo. Ella hacía cosas" La trama en un principio puede parece extraña. A la reina de Inglaterra, de repente, le da por leer. Vorazmente. Obsesivamente. Dejando de lado su perfección habitual, relajando sus milimetradas y encorsetadas apariciones, desoyendo los consejos de sus allegados, destensando la estricta mano de hierro con la que hasta ahora había manejado todo, haciendo esperar cortejos que siempre, siempre, han sido puntuales, enfadando a sus ministros y ayudantes, sorprendiendo a propios y extraños... Ella, que jamás ha mostrado interés por los libros porque no puede mostrar interés específico por nada para que nadie se sienta excluido, ahora lee. Mucho. Muchísimo. No hace otra cosa. Esconde libros entre los cojines de los carruajes, se lleva paquetes de libros a sus viajes al extranjero, se encierra en Balmoral durante las vacaciones pegada a un libro pasando olímpicamente de quien vaya a visitarla... lee, lee, lee... Todo comienza con una biblioteca móvil aparcada junto a las cocinas de palacio. Allí conoce al bibliotecario, que ni se inmuta, y a Norman Seakins, que trabaja en esas mismas cocinas. Ya que llega allí sin pretenderlo, le parece feo no llevarse un libro y ofender al bibliotecario, así que, no sin antes advertir que es pensionista por si hay ventajas, se lleva su primer libro. Se inicia con lecturas asequibles para una persona que no ha leído jamás "en serio", escogiendo autores que fueron conocidos suyos, trabajaban para ella, formaban parte de la esfera social británica.... se sabe la vida de todos ellos de arriba a abajo, y empieza a lamentarse porque, al no conocer su obra, jamás les dijo nada interesante (y Bennett no deja pasar la ocasión para soltar un cotilleo o un chascarrillo sobre el susodicho autor). Poco a poco incrementa la dificultad de sus lecturas, se atreve con autores de los que no sabe nada, con libros alejados de su zona de confort, con aquello que nombran en tal libro, aquello que comenta tal escritor, comienza a tener opiniones propias, a razonar y disertar sobre lo que lee, a reflexionar sobre la literatura, sobre cómo afecta esta a su vida y lo que le revela sobre su antigua existencia... y lo que no era más que un pasatiempo inesperado se convierte en su razón de existir. Y eso a pesar de que el camino de un lector novel es duro: "A la caza del amor resultó ser una elección afortunada y, a su manera, memorable. Si Su Majestad hubiera escogido otro tostón, una de las obras primeras de George Eliot, pongamos, o una de las últimas de Henry James, lectora novata como era, habría podido abandonar la lectura para siempre y no habría aquí historia que contar. Habría pensado que los libros dan trabajo" Y así, sin prisa pero sin pausa, y con la ayuda de Norman, que asciende de pinche a paje y amanuense convirtiéndose en su proveedor literario, la lectura se convierte en el epicentro de su vida afectando a sus ganas de cumplir con unas obligaciones que hasta entonces no le había importado llevar a cabo. Y Bennett, con toda esta fanfarria como excusa, realiza un ejercicio de metaliteratura sobresaliente, con reflexiones magistrales sobre la literatura, los libros, los lectores, los autores, lo que sacrificamos por esta pasión, lo que esta pasión nos regala, nos enseña, nos aporta, los mundos que abre ante nuestros ojos... y la diferencia que supone una vida con libros y otra sin ellos. Isabel II, su iniciación a la lectura y lo que supone que un personaje como ella abandone sus quehaceres para sentarse a leer, son solo una excusa para realizar una oda a la literatura, a como un libro te lleva a otro, y a otro, y a otro, y a lamentarse de algo que creo que no nos resula ajeno: que los días no nos llegan para leer todo lo que nos gustaría a todos aquellos que nos dejamos llevar por este frenesí. Poco más puedo contar sin desvelar demasiado de una novela breve en extensión que te hace sonreír y reflexionar a partes iguales a lo largo de todas sus páginas. El final es antológico, a la altura del libro y en consonancia con la historia, poniendo el broche de oro a un libro sorprendente en su planteamiento y soberbio en su ejecución que lleva por bandera un canto de amor hacia las letras revestido del más fino humor inglés. "No pones la vida en los libros. La encuentras en ellos" Por terminar, solo aclarar que podéis encontrar dos ediciones de esta misma novela publicadas por Anagrama. La que yo tengo salió en 2014 dentro de la colección La conjura de la risa y con una portada preciosa, pero anteriormente, en 2008, Anagrama lo editó por primera vez en castellano dentro de la colección Panorama de narrativas con una portada muy... de Anagrama. Os dejo las dos que comparéis. Lo que cambia la percepción de un libro solo por la portada. Y qué fácil es escoger una cubierta que agrade a la vista llamando la atención del lector y no... lo opuesto (con permiso de Su Majestad). + Leer más |
Me gustó muchísimo el estilo medio distendido con que está escrito este libro, y veo que sirve para acuñar un apalabra... Opsimata... Aunque aún no ha sido recogida por la RAE y digo "aún" porque creo que merece estar. Solo una reina para encontrar una manera hermosa de decir "mierda" o "basura". La verdad es que salvando las distancias, me identifico mucho con su majestad, porque al igual que ella, me parece que el mundo de los libros es maravilloso, al igual que ella vivo los relatos y me indigno con un personaje o con el autor, y al igual que ella basta que un libros sea muyyyy popular para que ya no me den deseos de leerlos; también yo he deseado tener delante a los autores para cantarles las cuarenta.... Yo también he querido intercambiar impresiones con un autor; y he sufrido las interrupciones y el deseo de leer un poco más o de sentir que hacer otra cosa y mantenerse alejada de un libro que engancha, es una tortura y disfrutar de la soledad en la lectura sin que nos tachen de egoístas. Cuando pasas de la capa de anécdotas y de cómo la lectura cambió a la Reina, vemos otra capa sobre el entramado social de la realeza y de como todos quieren que la realeza sea como el pueblo, pero cuando eso pasa, los rechazan, no los entienden o simplemente quieren más, una perfección que ningún ser humano tiene, ya sea de la realeza o no. Al final estoy convencida de que la Reina Isabel II de Inglaterra es una lectora muy común… quisiera saber qué hay de cierto en este libro, ¿es una biografía, una biografía novelada o muchas licencias por el autor?. Los comentarios de la monarca me recordaron a Antoine Saint Exupery en El Principito enseñando su boa y elefante. Nunca es tarde para descubrir el mundo de los libros y más aún disfrutarlo. + Leer más |
Una peculiar historia, breve pero entretenida y con un toque simpático, que nos cuenta cómo la reina de Inglaterra descubre la lectura y la convierte en una afición tal que empieza a descuidar sus tareas, cosa que no gusta nada en su rígido entorno...
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GOD BLESS THE LITERATURE: la "real" joya de la corona británica. Una descripción de la sed devoradora que pueden provocar los libros. Buenas reflexiones sobre la lectura y sobre la república de los libros, donde los lectores disfrutamos de "Liberté, égalité, fraternité" y todos nos podemos encontrar identificados con este sentimiento de urgencia para leer, con esta pasión devoradora que incluso nos puede hacer olvidar el paso del tiempo y nuestras obligaciones. Delicioso y muy divertido, la única traba que le encuentro es que ha hecho aumentar mi lista de libros deseados.
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¿De qué nacionalidad es Edgar Allan Poe?