Las hijas de la tierra de Alaitz Leceaga
El poder es una cosa curiosa. Quien lo tiene cree que durará para siempre, como el amor en unos recién casados. Al poder le gusta creer que es eterno, irrompible. Pero la verdad es que siempre hay alguien, en algún lugar, planeando alzarse contra ese poder. Desobedecer.
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