Las hijas de la tierra de Alaitz Leceaga
Así es el dolor: puede parecer invisible a los ojos, pero con la luz adecuada o el calor del sol siempre vuelve a aparecer.
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Las hijas de la tierra de Alaitz Leceaga
Así es el dolor: puede parecer invisible a los ojos, pero con la luz adecuada o el calor del sol siempre vuelve a aparecer.
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