Breve elogio de la errancia de Akira Mizubayashi
Es este esfuerzo de ausencia voluntaria, de desarraigo querido, de distanciamiento activo con respecto a su medio que parece siempre natural, es, pues, esta manera de alejarse de sí mismo -aunque solo fuera momentánea y provisionalmente-, de separarse de lo natal, lo nacional, y de lo que, más en general, le ancla a una estrechez identitaria, es eso sobre todo lo que yo llamaría errancia.
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