Los nietos de Dios de Ager Aguirre Zubillaga
Cuando me dijeron que nos habían hecho demasiado estúpidos. Siempre dejando las cosas para mañana, seguros en nuestra soberbia de que siempre habrá un mañana y, para cuando nos queremos dar cuenta de que los mañanas también se terminan, nos dejamos por el camino tantas cosas por hacer...
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