Mi nombre es pecado de Adriana Rubens
—¿Crees en el amor a primera vista? —le oí susurrar en mi oído, y supe que la locura era compartida. —Como punto de partida sí… pero no asegura un final feliz —contesté, con la misma seriedad con la que él lo había preguntado—. En mi opinión, el amor a primera vista no es más que un comienzo, la atracción, la emoción y la pasión que calienta la sangre y te hace sentir que vuelas por el cielo. Pero lo importante es el día a día: la dedicación, el compromiso y la constancia que le ofreces a la otra persona, para mantener viva la llama del principio —expliqué sincera. |