Detrás de tu mirada de Adriana Rubens
—Es una muchacha excepcional. Connor asintió en silencio. —Está fuera de tu alcance, ¿lo sabes? Él lo sabía, aun así… —No la mereces —sentenció el duque, mirándolo con dureza—. Es demasiado buena para ti. Nunca podrás tenerla. Aquellas tres frases concisas habían aplastado cualquier esperanza que Connor pudiera tener porque, en su fuero interno, sabía que eran ciertas. Desde entonces había intentado mantener una actitud estrictamente profesional con la muchacha, por mucho que le costase. |