La invención de Morel de Adolfo Bioy Casares
Tal vez toda esa higiene de no esperar sea un poco ridícula. No esperar de la vida para no arriesgarla; darse por muerto, para no morir.
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La invención de Morel de Adolfo Bioy Casares
Tal vez toda esa higiene de no esperar sea un poco ridícula. No esperar de la vida para no arriesgarla; darse por muerto, para no morir.
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La invención de Morel de Adolfo Bioy Casares
¡Cuánto más evolucionados que nosotros fueron los inventores del fuego!
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Los que aman, odian de Adolfo Bioy Casares
Me niego a aceptar que una muchacha tan sana -un poco pelirroja, concedo- haya cometido este crimen.
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Dormir al sol de Adolfo Bioy Casares
El carácter de mi señora es más bien difícil. Diana no perdona ningún olvido, ni siquiera lo entiende, y si caigo a casa con un regalo extraordinario me pregunta:
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Los que aman, odian de Adolfo Bioy Casares
... me dirigí al escritorio para cargar con tinta mi lapicera y dejarla preparada para los afanes literarios de la mañana siguiente.
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La invención de Morel de Adolfo Bioy Casares
Acostumbrado a ver una vida que se repite, encuentro la mía irreparablemente casual. Los propósitos de enmienda son vanos: yo no tengo próxima vez, cada momento es único, distinto, y muchos se pierden en los descuidos.
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La invención de Morel de Adolfo Bioy Casares
Anoche, por centésima vez, me dormí en esta isla vacía....Viendo los edificios pensaba lo que habría costado traer esas piedras, lo fácil que hubiera sido levantar un horno de ladrillos. Me dormí tarde y la música y los gritos me despertaron a la madrugada. La vida de fugitivo me aligeró el sueño: estoy seguro de que no ha llegado ningún barco, ningún aeroplano, ningún dirigible. Sin embargo, de un momento a otro, en esta pesada noche de verano, los pajonales de la colina se han cubierto de gente que baila, que pasea y que se baña en la pileta, como veraneantes instalados desde hace tiempo en Los Teques o en Marienbad.
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Diario de la guerra del cerdo de Adolfo Bioy Casares
C XXVII -Dice bien, señor. El criollo es compadre. La muchachada hace de cuenta que sale a cazar peludos y nos caza a nosotros. |
Diario de la guerra del cerdo de Adolfo Bioy Casares
CVII - ... El hombre astuto despliega a tiempo su estrategia contra la vejez. Si piensa en ella se entristece, pierde el ánimo, se le nota, dicen los demás que se entrega de antemano. Si la olvida, le recuerdan que para cada cosa hay un tiempo y lo llaman viejo ridículo. Contra la vejez no hay estrategia. Mirá, en la esquina veo gente, a lo mejor es una patota, o uno de esos piquetes de represión, como los llaman... No cuesta nada dar la vuelta a la manzana y evitarlos. - Uno se resigna a todo. ¿Vos creés que dos viejos señores argentinos, de tiempos de nuestra juventud, se resignarían a esta prudencia? |
La invención de Morel de Adolfo Bioy Casares
Creo, sin rebelión, que la obra no debiera perderme, si puedo criticarla. Para un ser omnisapiente, yo no soy el hombre que ese jardín hace temer. Sin embargo, lo he creado.
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Plan de evasión de Adolfo Bioy Casares
Era un héroe totalmente inadecuado a las catástrofes que le ocurrían
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Historias de amor de Adolfo Bioy Casares
"Cecilia, que en su frivolidad de mujer bonita lleva una mente activa y nada común, más de una vez me ha dicho que la vista y el tacto son dos niveles de un solo sentido. Me parece que la veo pontificar con su pedantería encantadora: ".('Ad porcos' Pág.190).
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Historias de amor de Adolfo Bioy Casares
"Cuanto más completo parezca el cerco de la adversidad, no olvidemos que siempre rueda para nosotros una bolilla cargada con todos los premios." ('Confidencias de un lobo' Pág.166).
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Historias de amor de Adolfo Bioy Casares
"No fue bastante que cesaran las infidelidades en el club; oí de labios de Emilia las palabras: --- Voy a quedarme esta noche hasta más tarde. De todas maneras, los que comenten no van a quitarnos las locuras que hagamos, y los que no comenten no van a devolvernos las que dejemos de hacer." ('Carta sobre Emilia' Pág.123). |
Historias de amor de Adolfo Bioy Casares
"Javier supone que Violeta está segura a mi lado. No ignora que la quiero: descuenta que la cuido. No ignora que soy celoso: descuenta que la vigilo. Imagina que ella lo adora: descuenta que no tengo esperanzas. Nos ve como somos: yo, demasiado enamorado para resignarme a una aventura con su mujer; ella, animada y feliz entre los hombres, encantadora, brillante, siempre casta. No hay duda de que Javier conoce los personajes y el planteo, pero mira una sola cara de la verdad. Porque yo miro las dos caras, afirmo que estoy en lo cierto.[...] Sé o creía saber que las mujeres un día caen, como fruto maduro, en los brazos del enamorado constante. Desde luego, no debe uno desacreditarse por demasiada constancia y fidelidad; pero aun así las mujeres caen, porque la vida trae todo, y cuando llega la hora del abatimiento aparecemos como la roca de salvación, y cuando llega la hora de la incertidumbre acometemos como un general con su ejército." ('Recuerdo de las sierras' Pág.70).
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La invención de Morel de Adolfo Bioy Casares
Asimismo, no es imposible que toda ausencia sea, definitivamente, espacial... En una parte o en otra estarán, sin duda, la imagen, el contacto, la voz, de los que ya no viven (nada se pierde... ).
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La invención de Morel de Adolfo Bioy Casares
Hoy, en esta isla, ha ocurrido un milagro: el verano se adelanto.
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Gregorio Samsa es un ...