Un detalle menor de Adanía Shibli
Apenas me he sentado tras el volante del pequeño coche blanco que acabo de alquilar, y accionado la llave de arranque, algo parecido a una araña comienza a tejer en torno a mí sus hilos, que se van haciendo más consistentes, hasta convertirse en una suerte de barrera, de esas que un ser humano no puede traspasar por su endeblez. Es la barrera del miedo, que comienza con el miedo a la barrera física, de control.
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