En una casa blanca a la orilla del mar de Abril Camino
Y el presente huele a verano, a naranjos, a canciones de Alejandro Sanz que me recuerdan a ti, a nuestra adolescencia, y por las que Mario ha dejado de reírse de mí. Huele a la mosquitera de su cama, a salitre en sus sábanas y a la crema con olor a coco que él extiende sobre mi piel para que el sol no me queme. El presente huele a primeros besos, aunque para ninguno de los dos lo sean en realidad. Y eso… eso se parece mucho a la felicidad, Ana.
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