El último soñador de Abigail Villalba Sánchez
En ese momento quiso pararse a preguntar, pero luego decidió que la ignorancia a veces era tan tranquila y sosegada, que no necesitaba perturbarla.
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El último soñador de Abigail Villalba Sánchez
En ese momento quiso pararse a preguntar, pero luego decidió que la ignorancia a veces era tan tranquila y sosegada, que no necesitaba perturbarla.
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El último soñador de Abigail Villalba Sánchez
Incluso, pensó, el silencio le había servido de escudo ante el mundo, porque no había nada más terrorífico que las palabras mal dichas y peor interpretadas.
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El último soñador de Abigail Villalba Sánchez
Pero incluso en momentos como aquel, en el que nada salvo la muerte parecía tener sentido, la vida tenia sus propias páginas que escribir.
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El último soñador de Abigail Villalba Sánchez
Pero, a veces, pensó con amargura, había que caminar a la sombra para disfrutar de la verdadera luz.
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