Usted está aquí. Ellos también de Abel Amutxategi
«Ser mala persona es como vestir chándal», se decía a menudo. «Te ves horrible, pero la ropa es cómoda y te acostumbras enseguida».
|
Usted está aquí. Ellos también de Abel Amutxategi
«Ser mala persona es como vestir chándal», se decía a menudo. «Te ves horrible, pero la ropa es cómoda y te acostumbras enseguida».
|
Usted está aquí. Ellos también de Abel Amutxategi
— Tal vez sólo quieran compartir su sabiduría con nosotros. ¡Han aterrizado justo en nuestro pueblo, piensa en ello! Si quisieran conquistar el planeta habrían aterrizado en Nueva York, o en Moscú, o por lo menos en Albacete, donde podrían tomar un buen pisto manchego.
|
Usted está aquí. Ellos también de Abel Amutxategi
Tú estás aquí. Nosotros también. No te asustes. Venimos en son de paz.
|
Usted está aquí. Ellos también de Abel Amutxategi
— A ver, que esto no es un viaje de exploración, que vamos a la boda de la prima Puhry, no a conquistar los confines de la galaxia.
|
Usted está aquí. Ellos también de Abel Amutxategi
Ahí mismo, al otro lado de la calle, flotando a unos diez metros sobre la pista de frontón abandonada, había una ficha de dominó del tamaño de un camión.
|
¿En que trabaja Kote?