Ángeles e insectos de A.S. Byatt
Me gustaría afirmar que nuestra capacidad humana para amar la belleza de todas estas cosas (para amar la simetría, y la gloriosa claridad, y la intrincada excelencia de las formas de las hojas, y los cristales, y las escamas de las serpientes y las alas de las mariposas) indica en nosotros algo desinteresado y espiritual. ¿Un hombre que admira una mariposa es más que una bestia bruta, William? Desde luego es más que la propia mariposa.
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