Delirios de A.G. Howard
Podría observar la destrucción del mundo y luego bailar, triunfante, bajo una nevada de ceniza.
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Delirios de A.G. Howard
Podría observar la destrucción del mundo y luego bailar, triunfante, bajo una nevada de ceniza.
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Susurros de A.G. Howard
Lo normal es subjetivo. No dejes que nunca nadie te diga que no eres normal.
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Engaños de A.G. Howard
—No quiero que sea justo, ni quiero que sea fácil. Te quiero a ti y cada loca complicación que viene contigo. Hemos ido al infierno y hemos vuelto juntos. He demostrado que estoy más cualificado que cualquier otro humano para manejar lo que nos ha ocurrido, ya sea mágico o de otro tipo
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Engaños de A.G. Howard
Jebediah se ha dado por vencido contigo, pero yo nunca lo haré. Puedo ofrecerte la seguridad que ansías. Si vas a ser mía, siempre protegeré tu corazón. Sí, discutiremos sin cesar y lucharemos por la dominación. Y sí, habrá arrebatos de pasión, pero también habrá ligeras treguas. Eso es lo que somos juntos. Nunca necesitarás tener miedo de que tu amor no sea recíproco. Porque aunque me has hecho sentir cosas para las que no estoy preparado... no puedo dejar de sentirlas.—Le tiembla la barbilla—. Abriste la caja de Pandora conmigo. Liberaste la imaginación y las emociones de un hombre humano y ya no van a desaparecer nunca. — Le parpadean las joyas bajo los ojos de un color que va entre el violeta y el azul oscuro—. Por mucho que deteste ser algo parecido a un humano, Alyssa, no me atrevería a intentar hacerlas desaparecer porque eso significaría perderte.
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Susurros de A.G. Howard
-Me deseas, admítelo. Aunque acierta en parte, no se lo confesaré nunca. -¿por qué iba a desearte? Levanta tres dedos para una cuenta atrás. -Misterioso. Rebelde. Problemático. Todas las cualidades que las mujeres encuentran irresistibles. -Qué optimista. -Mi alcoba nunca está vacía. -Lástima que el cerebro sí. |
Susurros de A.G. Howard
-Las fotografías cuentan una historia-murmura Alison-. Pero la gente se olvida de leer entre líneas.
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Roseblood de A.G. Howard
Ahora que estamos juntos, no importa ni el dónde ni el cuándo, ni las circunstancias que se interpongan entre nosotros.... la cuerda se estirará para amoldarse a todo. Es dócil y flexible. Puede que se enrede, pero nunca se romperá.
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Roseblood de A.G. Howard
-Y tercero, sé tú mismo. Te garantizo que las chicas caerán a tus pies. Tan pronto como lo digo, me abraza como si pesara lo mismo que una de las plumas de Ange. -Solo tengo ojos para una chica-dice cerca de mis labios-. Y nunca dejaré que caiga. |
El arquitecto de la canción de A.G. Howard
El amor está dentro de cada uno de nosotros... Como una semilla latente. Una vez plantada, ya sea en tierra fértil o en campos en barbecho, echará raíces y, bien florecerá y se convertirá en algo hermoso y espectacular, bien permanecerá en letargo, suspendida en estasis; pero no hay una estación correcta o incorrecta para que florezca.
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Salvajes de A.G. Howard
Y con eso nos cubre...con una larga ala de satén, protegiendo a nuestra familia del mundo mientras canta una nueva canción con palabras diferentes, un tributo a todas las cosas locas, salvajes y hermosas. Un himno a nuestro amado País de las maravillas |
Salvajes de A.G. Howard
Las mejores cosas. Las cosas imposibles. Lo más imposible de todo es que una criatura solitaria, que nunca necesitó otra alma viviente, tenga una familia por la que moriría y mataría.
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Salvajes de A.G. Howard
Como una vez le dije a Morfeo: La mayoría de los humanos preferirían creer que están solos en el universo a admitir que podrían tener compañía de otro mundo. Y como él me respondió: su ego es su debilidad
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Salvajes de A.G. Howard
Compartimos los sueños y la idea de envejecer juntos. Una vida mortal es valiosa y corta en comparación con la eternidad
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Salvajes de A.G. Howard
Algunas personas podrían decir que es imposible morir y vivir para contarlo. Son las que nunca han experimentado la magia
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Salvajes de A.G. Howard
El amor no era fácil, ni era un juego. Era la guerra. Y, como en cualquier campo de batalla, no había lugar para la compasión ni para la misericordia.
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Salvajes de A.G. Howard
Últimamente, cada vez que miraba su reflejo, ya no reconocía a la polilla en el espejo. Estaba incompleto, roto; y lo odiaba.
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Salvajes de A.G. Howard
El chico de la telaraña y el hombre de mis sueños. Siempre y eternamente, mi ancla
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Salvajes de A.G. Howard
La valentía emparejada con la locura se convierte en abandono, lo que es un rasgo honorable en mi tierra, y siempre debería ser recompensando
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La edad de la inocencia