El arquitecto de la canción de A.G. Howard
—El amor está dentro de cada uno de nosotros… como una semilla latente. —La voz de Hawk resonó en mi interior—. Una vez plantada, ya sea en tierra fértil o en campos de barbecho —continuó y señaló un camino pedregoso en la distancia donde el brezo del invierno sobresalía entre las rocas para motear la nieve con toques púrpura—, echará raíces y, bien florecerá y se convertirá en algo hermoso y espectacular, bien permanecerá en letargo, suspendida en estasis; pero no hay estación correcta o incorrecta para que florezca.
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