La vírgen del barrio árabe de Willivaldo Delgadillo
En las aceras de Alturas Poniente sintió una extranjería múltiple y al mismo tiempo una seducción inesperada por aquellos vastos y estériles espacios arquitectónicos. Faffy enfrentó la fisonomía de una ciudad a la que había abandonado. Lo hizo con una candidez que le sentaba extraña. La gente, al caminar, lo hacía con la frágil seguridad que dan los itinerarios precisos.
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