El año del verano que nunca llegó de William Ospina
¿Es toda invención una reinvención, todo hallazgo un recuerdo, y la vida el cumplimiento de un relato que ya oímos de niños junto al fuego?
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El año del verano que nunca llegó de William Ospina
¿Es toda invención una reinvención, todo hallazgo un recuerdo, y la vida el cumplimiento de un relato que ya oímos de niños junto al fuego?
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William Ospina
Todo ser nuevo que encontramos viene de otro relato y es el puente que une dos leyendas y dos mundos.
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El País de la Canela de William Ospina
Uno cree saber lo que busca , pero sólo al final , cuando lo encuentra , comprende realmente que andaba buscando .
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El año del verano que nunca llegó de William Ospina
A medida que la reproducción pueda ser voluntaria y controlada, ¿pesarán más los afectos y la libertad que la vieja monogamia que impusieron las iglesias y la costumbre?
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El año del verano que nunca llegó de William Ospina
'Una novela que no tenga un muerto me parece falta de vida" repetí en mi mente la frase de Chesterton y me dije que si entre todas las religiones aquel inglés prefirió el cristianismo, es porque esta religión gira alrededor de un muerto: más aún, pone la trama de la historia universal a girar alrededor de un solo muerto, de la rememoración de los detalles de su ejecución y de la reconstrucción de su agonía.
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El año del verano que nunca llegó de William Ospina
... media hora después estábamos merodeando entre los grandes árboles por los alrededores de Villa Diodati, en la oscuridad, bajo las estrellas de menta del otoño temprano.
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William Ospina
Cuando sostenemos el cuerpo de un amigo que cuelga sobre el abismo y que amenaza con arrastrarnos con su caída, ¿es accidente o es traición el momento en que flaquea nuestra fuerza?
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El año del verano que nunca llegó de William Ospina
" ... un rayo cayó sobre la tienda de campaña de Jiaqing, que inspeccionaba el desastre, y sin pleitesía alguna dejó al emperador convertido en un leño humeante."
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Poesía completa de William Ospina
Aún hay hojas en blanco en los viejos cuadernos, Pon una luna nueva en tus años en ruinas, Linternas del futuro desbaratan las causas, Dejan mensajes últimos en las grietas del cielo. (Tiempo) |
Guayacanal de William Ospina
Después nos fuimos muy lejos, y las sirenas nocturnas de la ciudad nos dijeron que no habíamos ganado un cielo, pero que ya, definitivamente, habíamos perdido un mundo.
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La lámpara maravillosa de William Ospina
Pero hemos entrado en una edad donde sólo parece atendible lo que está lejos: el que habla a nuestro lado resulta menos importante que el que llama por teléfono, los cuerpos parecen estorbar; los fantasmas, las señales, las meras voces resultan más cómodas.
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Ursúa de William Ospina
Y por esta manera desbocada de adelantarme a los hechos podra advertir quien lea estos cuadernos, si es que alguien llega a leerlos, qué difícil es contar las cosas en orden y en secuencia, cuando todo el pasado se acumula simultaneo en la mente
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América mestiza de William Ospina
Y sin duda la violencia seguirá existiendo hasta cuando nuestras naciones alcancen una democracia verosímil y hagan realidad los supuestos mínimos de igualdad que pregonan sus leyes.
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William Ospina
Cuando la vida no nos de tiempo a lo elemental, tal vez ya no nos saciaremos con nada, y lo nuestro será la búsqueda eterna de lo que no existe.
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El año del verano que nunca llegó de William Ospina
Pero cuando me acerqué a buscar al monstruo, en vez de un ser siniestro hecho de odio y de maldad me encontré con un niño asustado perdido en un cuerpo deforme: un desvalido ser sin recuerdos, sin madre, sin pasado, pidiendo comprensión a un mundo que sólo responde a sus propios terrores, y que es incapaz de aceptar lo distinto.
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La decadencia de los dragones de William Ospina
[Bradbury] es también alguien consciente de que la capacidad de soñar de los seres humanos sobrevivirá a todo, y también la capacidad de compartir esos sueños.
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La decadencia de los dragones de William Ospina
Contar historias a los niños es una de las más poderosas maneras de expresar el amor que se siente por ellos.
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La decadencia de los dragones de William Ospina
[...] lo que le gustaba de los libros es que no pueden dárnoslo todo, que le hacen mayores exigencias a nuestra imaginación, y que por ello nos reclaman ser también creadores, poner en juego nuestra memoria y nuestro propio ritmo personal
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¿A quien baila Raquel en la fiesta en la casa de los hidalgo?