Antología poética de William Henry Davies
No tengo miedo ni esperanza, sean mis sueños telarañas que perduren cuando mi cuerpo yazga inerte, o sean telarañas que el viento desvanece. Dadme esta vida hora tras hora, día tras día, año tras año; esta cabaña con una habitación donde yo pueda alojar a un amigo de visita y ante un jardín pequeño y verde, donde me siento a contemplar el ancho cielo. Y dadme un árbol alto, que dé sombra, donde pueda mirar entre las ramas cómo las flores afiladas cortan el cielo azul en mil pequeños ojos. |