El burlador de Sevilla de Tirso de Molina
CATALINÓN: Los que fingís y engañáis las mujeres de esa suerte, lo pagaréis en la muerte. |
El burlador de Sevilla de Tirso de Molina
CATALINÓN: Los que fingís y engañáis las mujeres de esa suerte, lo pagaréis en la muerte. |
Don Gil de las calzas verdes de Tirso de Molina
Busco un amo; que si el cielo los lloviera y las chinches se tornaran amos, si amos pregonaran por las calles, si estuviera Madrid de amos empedrado y ciego yo los pisara, nunca en uno tropezara, según soy de desdichado. |
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El Aquiles de Tirso de Molina
DEIDAMIA: Monstruo, mas no digo bien, que ofendo tu gentileza, aunque tan rara belleza monstruosidad es también. Deidad de este bosque umbroso, héroe, semidiós u hombre, que no hallo decente nombre que cuadre a tu rostro hermoso; |
El burlador de Sevilla de Tirso de Molina
Vivo en vos, si en el mar muero. Ya perdí todo el recelo que me pudiera anegar, pues del infierno del mar salgo a vuestro claro cielo. Un espantoso huracán dio con mi nave al través, para arrojarme a esos pies, que abrigo y puerto me dan. Y en vuestro divino oriente renazco, y no hay que espantar, pues veis que hay de amar a mar una letra solamente. |
El laberinto de Creta de Tirso de Molina
Si refieren las historias que a Ariadna menosprecio y con Fedra me desposo, sabed, fieles, que es lo mesmo que haber dado de repudio el merecido libelo a la Sinagoga ingrata, |
El laberinto de Creta de Tirso de Molina
Mi fe sea inquisidora, pues a los herejes quema, esparza el viento cenizas que contaminan la tierra, y seguidme adonde todos, en delicias siempre amenas, mis triunfos gocéis conmigo. |
El laberinto de Creta de Tirso de Molina
Transfórmeme Dios en suegra, que en peligros semejantes, por lo rezongoña y vieja, huirá de su vista un toro sin que el diablo la acometa. |
El laberinto de Creta de Tirso de Molina
De Herodes, rey idumeo, que a la inocencia destruye, huyendo salí, y quien huye, ni aun de hombre merece empleo; |
El laberinto de Creta de Tirso de Molina
Cuanto ves en mí es engaño, hechizos cuanto en mí admiras, un monstruo soy de mentiras, áspid que en flor cubre el daño. |
El laberinto de Creta de Tirso de Molina
¡Ay, cielos! En él asiste no sé qué oculta deidad con toda la actividad que obstenta naturaleza. Océano es de belleza que se atreve a inmensidad. |
El laberinto de Creta de Tirso de Molina
En esta prisión prolija quiere el tirano que sea, porque crüel me posea, al tiempo que esclava su hija. Apoderóse de mí, y soy en mi adversidad voluntad sin voluntad, pues vivo sin ella aquí. |
El laberinto de Creta de Tirso de Molina
Oh, prosapia de Cam, de Dios maldita, aborto de la noche, todo sombra, del cafre descendiente y trogoldita indigno que a mis pies sirvas de alfombra, entra en el laberinto, solicita la muerte al monstruo, si es que no te asombra |
El laberinto de Creta de Tirso de Molina
Pasife, que es lo mismo que vil incontinencia, lascivia desbocada, frenética torpeza, |
El laberinto de Creta de Tirso de Molina
Cada año en trágico fruto han de enviarme sorteados siete mozos destinados para pasto miserable del monstruo que, formidable, vive en sitios intrincados. |
El laberinto de Creta de Tirso de Molina
Scila fue la incontinencia de Niso, hija y subcesora, y ésta, al verme, se enamora de mi hipócrita apariencia, siendo sirena el delito que en lo torpe solicito, y cuando velar le importa, ella el cabello le corta y yo la vida le quito. |
El laberinto de Creta de Tirso de Molina
Aquí, aunque en término angosto, cuelgan joyeles racimos de los sarmientos opimos, oro potable en su mosto. Aquí pródigo el agosto golfos de mieses que cría ondea el viento cada día, conque airoso el Amor saco, porque sin Ceres ni Baco dicen que Venus se enfría. |
El Aquiles de Tirso de Molina
Afréntete aquí escondido, Héctor de acero vestido y tú de cobarde dama. El troyano robador desde los muros responde que el temor es quien te esconde en vil mujer, no el amor. |
El Aquiles de Tirso de Molina
Grecia te aguarda, mancebo, y en ti funda su esperanza; profética es la venganza que en ti nos promete Febo. Como el águila te pruebo a los rayos de la fama que contra Troya te llama. |
El Aquiles de Tirso de Molina
Basta, no haya más, no llores; preso en tus brazos estoy cante o no cante en mi ofensa quien mi pecho alborotó. Hércules hiló vestido de mujer, mas no perdió por eso la eterna fama que le da nombre de dios, ni yo perderé la mía si, como su imagen soy en el ánima y esfuerzo, lo intento ser en su amor, |
¿En que trabaja Kote?