Nacionalidad: Por definir
Biografía: :
En palabras de la autora: Nací prematuramente el día del cumpleaños de mi mamá, cuando a media fiesta, sufrió un ataque de risa tal, que le provocó un una obstrucción en el diafragma debido a la cual tuvo que ir al hospital riendo y parir riendo. Se dice que nací de risa.
A los 6 me enamoré por primera vez. A los 8 conocí el amor verdadero.
Al Colegio Madrid le atribuyo gran parte de mi personalidad libre. A mis padres también. A los 9 me expulsaron un día del colegio por hacer una travesura y mis papás pidieron permiso en el trabajo para poder estar conmigo y a provechar para llevarme al cine y de compras. La maestra reconoció el gran gesto. Y así era la cotidiana.
Crecí en una cocina con Chole y Rosa las cocineras. Siempre amenazada de que me meterían al horno si no obedecía. Limpiaba frijoles tomando café de olla en vasos tequileros. Un día, tomé la decisión de desobedecer a tal grado que no hubiera forma de escapar al castigo y poder finalmente, ver cómo se cocinaba aquel pollo a la naranja que tanto me gustaba. No me metieron al horno pero aprendí a perderle el miedo a lo desconocido y me volví perseverante.
Todos los veranos de mi infancia y mi adolescencia los pasé en Erongarícuaro, Michoacán. Mi creatividad y mi capacidad manual viene de los días lluviosos bordando en casa de Doña Irene, de tardes enteras en un taller haciendo papel reciclado, o de horas trepada en el telar del pueblo hilando metros y metros de tela cuadriculada típica michoacana.
Tengo la suerte de haber acampado entre arañas. Conozco a profundidad el concepto de compartir cuartos con desconocidos en albergues de paso con tal de conocer el mundo y se también sobre protocolos diplomáticos en finos restaurantes de Londres o velear con clase.
En la Universidad Iberoamericana estudié comunicación y en el Gemological Institute of America Gemología pero sin duda mis estudios no son relevantes. El tamaño de mi curiosidad sí.
Mi madre y su buen gusto infinito se encargaron de volverme apasionada de las cosas bonitas. Mi padre se dio a la tarea de transmitirme la tenacidad. La mezcla hace que si no encuentro una colcha linda, aprendo y yo la hago.
Llevo toda un vida inmersa en una ardua investigación antropológica sobre el género masculino o dicho de otra manera, me intrigan los hombres y el funcionamiento de su cabeza. Los adoro. Los odio. Dos divorcios a los 32 años son de lo más presumible que tengo.
Mis íntimas amigas las encuentro en las mesas de junto en los restaurantes
+ Ver másFuente : http://tatiortizmonasterio.com
Añadir información