T.E. Carter
En mi mente, intenté echar culpas. Pensé en la ropa, en los jeans de 18 dólares, las cosas que le había dicho a Kate. Recordé las promesas no dichas que sabía que le había hecho a Caleb ese verano. Hallé culpa en mí misma, porque tenía que darle un sentido a todo eso. Tenía que tener un motivo, porque un motivo era lo más cercano que había a ser especial. Un motivo, aunque fuera la culpa, era algo mío y tener algo era mejor que solo ser.
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