En llamas de Suzanne Collins
Yo también me limité a fingir que no había pasado nada. Pero si que había pasado algo: Gale había derribado una barrera invisible entre nosotros y, al hacerlo, había destruido cualquier esperanza de volver a nuestra antigua amistad sin complicaciones. Daba igual que fingiese, nunca podría mirar de nuevo sus labios de la misma manera
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