La brevedad de la Vida de Séneca
Así, pues, no has de pensar que alguien, porque tiene canas y arrugas, ha vivido mucho; no vivió mucho, sino que duró mucho. ¿Es que acaso piensas que ha navegado mucho aquel que en la misma salida del puerto una fuerte tempestad lo llevó de un lado a otro, y por los contrarios vientos enfurecidos estuvo dando vueltas por los mismos sitios? No navegó mucho, sino que padeció mucho.
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