La ruta de los huesos de Roberto Corral Moro
En una ocasión escuché a un sacerdote decir que los hombres del hoy no somos más que enanos subidos a hombros de gigantes; nuestros ancestros; nuestra historia. Así lo creo, y también que no somos olvidados tras la muerte en la medida en que alguien, en algún momento de su vida, nos dedica un recuerdo, aunque sea mínimo, un solo instante. Ese es nuestro único menaje posible a los muertos: hablar de ellos, no olvidarles.
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