El nieto del autor publica una edición con un manuscrito de ‘Una tertulia de antaño’ como primera entrega de una serie de autógrafos inéditos.
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El nieto del autor publica una edición con un manuscrito de ‘Una tertulia de antaño’ como primera entrega de una serie de autógrafos inéditos.
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Tocó un clásico, un clásico difícil como corresponde a su autor, pero un buen clásico. Confieso que he tenido ayuda, fui al teatro, un teatro curioso y diferente y ahí me explicaron la trama mejor que cuando estudiaba y me ha ayudado a entender todo. Es un drama rural, de esos dramas gallegos de aldea, con personajes diferentes que no pueden salir de una mente normal y con un lenguaje superior, pero con ayuda se entiende y se aprovecha mejor la historia. Hay muerte, escarnio público, cuernos, abusos y mil cosas más en menos de 200 páginas y todas están bien reflejadas, quedando para el final la moralina. |
No sé qué me pasa con este autor, a pesar de ser paisano mío me cuesta seguirlo en sus obras y con tantos personajes y sus nombres tan cambiantes, me ha costado seguir el argumento. Finalmente, con el visionado de la versión fílmica, he entendido mejor todo, es todo muy peculiar, tanto la historia como los personajes y desde luego su manera de escribir un teatro casi novelado, es de lo más innovadora y extraña, no se le puede reprochar falta de originalidad, pero no será de mis escritores favoritos.
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Biblioteca Castro corona la publicación de la integral del genio gallego con un volumen dedicado a su poesía y a su teatro entre 1920 y 1930.
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Recibí este ejemplar dentro de Masa Crítica, iniciativa de Babelio en la que la editorial Alvarellos propuso algunas de sus novedades. Flor de Santidad llamó mi atención por ser una edición facsímil de la obra publicada originalmente en 1920, como el segundo tomo de su Opera Omnia, cuya gestación además se encuentra en una serie de narraciones aparecidas en la prensa años atrás. Un libro que está clasificado como novela pero también como poema en prosa y en el que conviven las creencias paganas, cristianas, realismo y costumbrismo. La historia se desencadena tras el encuentro que tiene la pastora huérfana Ádega con un peregrino que está en búsqueda de posada. Ella lo acoge en el establo donde duerme, con inocencia y viendo en él a Cristo. El peregrino, por su parte, se aprovecha de la situación, abusa de ella. Esta enmarcada en la Galicia rural, con personajes (peregrinos, pastores, ciegos) anónimos muchas veces y sin mayores rasgos definitorios, atemporales, pero que, en conjunto, aparecen como un fresco o paisaje de ese espacio. El autor, además, hace referencia a ciertos ritos y sucesos históricos como la misa de las endemoniadas, la Anunciación católica, el año del hambre (algunos mencionados y otros aludidos). Es una historia también cargada de simbología, con una carga poética en sintonía con la visión particular del mundo de Valle Inclán, también es una historia mística, un poema que recuerda la tierra y las tradiciones, que hace uso del color y del sonido, una trama que arranca oscura pero está llena de luces. Los grabados e ilustraciones de José Moya del Pino, pintor y muralista, habitual colaborador del autor hacen que la lectura de esta obra sea una maravilla. + Leer más |
Antes de dar mi opinión quiero agradecer a Babelio y Alvarellos el envío de este ejemplar a través de Masa Critica Comentar que resulta emocionante tener entre las manos una reproducción de la edición original de 1920 maquetada por Valle Inclán y con unas ilustraciones de Moya del Pino. Como indica en la sinopsis, “un libro para leer y también un libro para contemplar, para mirar” y doy fe de que cada finalización de capítulo es un regalo para los ojos. Entrando en la novela, Flor de santidad se refiere a Adega, una huérfana a la que acogieron en una familia aunque más como esclava que por caridad. En unas tierras donde el hambre y la miseria es la protagonista, Adega siempre tiene unas buenas palabras para aquellos con los que se encuentra hasta que tropieza con un peregrino al que ella confunde con Jesucristo resucitado. Si bien en la novela no lo detalla, Adega pasa una noche en un establo con el peregrino y ella, visionaría e iluminada, confundida y en una Galicia donde se entremezclan religión con supersticiones y milagros vagabundea en búsqueda de un trabajo que le proporcione una comida caliente. Valle Inclán mezcla religión con superstición y hace que sus personajes duden entre si Adega, tan buena y con tanta fe, es una alucinada o una Santa. Un lujo de novela para disfrutar con calma, gustando de la prosa e ilustraciones con una magnífica ambientación donde el lector vagabundea por tierras gallegas. + Leer más |
Muchos hemos crecido con las obras de Valle-Inclán a nuestro alrededor. Quién más y quién menos ha leído algo suyo, ya sea por iniciativa propia, curiosidad o porque en el instituto nos obligaban. Ese fue mi caso. Tuve la suerte de leerme Luces de Bohemia, obra que me encantó y de la que guardo gran recuerdo. Otras de aquella época no tuvieron tanta suerte. A principios de este año participé en Masa Crítica de Babelio y fui una de las agraciadas, Flor de Santidad, en su edición facsímil, llegaba a mi casa hace unos 15 días, ya que fue uno de los libros por los que postulé. Muchas gracias a la Editorial Alvarellos por el detalle. Este libro te deja un regusto amargo de esos que te hacen afinar los labios y negar con la cabeza, mientras murmuras, maldito… Aunque al principio cuesta empezar a leerla, ya no estamos acostumbrados a esta forma de narrar las cosas, ni al uso de algunas palabras con las que el autor nos deleita, pronto se olvida y cogemos el gusto a esa forma tan especial que tiene de contarnos las cosas y no podemos parar de leer este drama que me ha desgarrado el alma de una forma tan inesperada. Como ya os he comentado, esta edición es un facsímil de la obra tal cual se publicó en 1920, como la ideó el propio autor y con ilustraciones de Moya del Pino. Es una maravilla en todos los sentidos. Cada grabado e ilustración así lo demuestra. Había oído hablar de la obra y tenía muchas ganas de leerla. A partir de aquí aviso que voy a hablar sin tapujos de la historia, así que si no queréis que os la destripe, no sigáis leyendo. La verdad es que conociendo al autor no sé de qué me he extrañado, y ha sido una lectura muy acertada para estas fechas. Leed a Valle-Inclán. Es un acierto seguro. Siempre. Enlace: https://www.instagram.com/p/.. + Leer más |
Obra muy gráfica de la época, cuándo empezaba el esperpento en la literatura y te encontrabas con estos personajes grotescos y sinvergüenzas en estado puro. Para los que no sean amantes del teatro, decir que es de difícil lectura si no estás acostumbrado al vocabulario. Valle-Inclan era el genio de su época.
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Ramón María del Valle-Inclán (1866-1936) nació en Galicia, en una familia hidalga venida a menos que, tras el fallecimiento del padre, se vio forzada a llevar una vida más discreta. Esto no impidió que, cuando el joven Valle llegase a Madrid, se convirtiera en el rey de las tertulias de la bohemia. Quizá una de sus anécdotas más populares sea la que truncó su carrera como actor. Tras una discusión en el Café de la Montaña -famoso por sus bebidas frías-, con su amigo, el periodista Manuel Bueno, acerca de las consecuencias de un duelo en el que uno de los contendientes era menor, llega la agresión. Bueno golpea a Valle, haciendo que se le clave el gemelo en la muñeca izquierda, cuya herida se gangrena y lleva al doctor Barragán a la amputación del miembro. Aunque el incidente pusiera fin al Valle-actor, permitió que se centrara en la dramaturgia y, a lo largo de tres etapas muy diferenciadas, nos haya dejado algunas de las obras más interesantes de nuestra literatura. Luces de bohemia (Austral, 2006), inicia la estética del esperpento; intento de presentar la realidad deformada, para sorpresa del espectador quien, de este modo, tome conciencia de ella. Se trata de un teatro crítico de una sociedad falsa y unos valores sin sentido. Publicada por entregas en la revista España en 1920, se reedita cuatro año más tarde, en forma de libro, con variantes significativas que la dotan de mayor expresividad e intensifican su carácter crítico. Compuesta por quince escenas, aparentemente inconexas, puede dividirse en dos partes compuestas por las doce primeras y tres últimas. La primera parte se estructura en torno a la idea del viaje de Max Estrella -poeta ciego, en la miseria y dentro de la marginalidad como escritor-, y Latino de Hispalis -cínico lazarillo, ruin, mezquino y que constituye la contrafigura de Max-. Ambos ilustran lo mejor y lo peor de la bohemia, a través del Madrid nocturno y desde el crepúsculo al amanecer del día siguiente, trazando una estructura circular. A lo largo de las diez escenas centrales, Estrella toma conciencia de la cruel e incomprensible sociedad española. Y el lector, también. En su travesía, además, nos tropezaremos con multitud de personajes reales de la época como Unamumo, Pastora Imperio o Antonio Maura. Resulta complicado no encontrar un reflejo en la actualidad de lo que Valle expone en sus Luces. Complicado y vergonzoso. Escalofriante. Para detenerse y reflexionar. «En España el mérito no se premia. Se premia el robar y ser sinvergüenza. En España se premia todo lo malo». Enlace: https://www.instagram.com/mi.. + Leer más |
De la mano de Max Estrella, poeta de reconocida valía pero sin corresponderse su fama con su precaria situación económica y de Don Latino, que hace las veces de lazarillo o perro del ciego (como Max gusta decir) recorremos las calles de un Madrid convulso y crispado de comienzos del siglo XX. Máximo Estrella carece del don de la vista pero a cambio goza de una especial clarividencia para el análisis y valoración de las situaciones. En el transcurso de unas horas recorren diferentes lugares: una librería, una taberna, un café, la comisaría, la redacción de un periódico... con abundancia de personajes caricaturizados, incluso algún animal que otro. Durante todo el trayecto somos testigos del agotamiento físico y moral del protagonista. En un momento de la obra hay una conversación entre Ruben Dario y el marqués de Bradomin (para algunos el alter ego de Valle-Inclán) en que se produce una conversación en tono más sosegado y realista pero sin abandonar la crítica. Usando un tipo de teatro del que fue uno de los mayores impulsores y que se llamó del esperpento, exagerando y destacando aspectos grotescos y burlescos de la época consigue hacer una crítica social y cultural del momento. En palabras de Max : Los héroes clásicos reflejados en los espejos cóncavos dan el Esperpento. El sentido trágico de la vida española sólo puede darse con una estética sistemáticamente deformada. Considero el libro interesante, si bien el uso de abundantes metáforas y palabras ya en desuso hacen aconsejable tener a mano un buen diccionario online o una guía de iniciación del texto en el prólogo. Saldo con esta lectura una deuda autoimpuesta después de la visita a la casa museo (presunta casa natal) en Vilanova de Arousa durante las breves vacaciones de este año. + Leer más |
“En España el mérito no se premia. Se premia el robar y el ser sinvergüenza. En España se premia todo lo malo”. Ramón del Valle-Inclán hace hincapié en la religión, en la autoridad, en el capitalismo, en el dinero y en aquellos que lo poseen y en la acción española en América, sumergiéndolo todo en críticas constantes, con un lenguaje vulgar cargado de ironía. También diviniza y satiriza la vida y la muerte por igual, tratando concluyentemente la hipocresía para dar por terminada una obra en la que ése es el pilar fundamental: una sociedad hipócrita. Si bien no me ha fascinado, me ha parecido que cumple con su función y que transmite el mensaje que quiere transmitir correctamente. |
Es una obra de teatro que fue publicada inicialmente por entregas, hacia 1920, y no fue hasta 1924 cuando se edita una versión revisada… que no se estrenará en España hasta 1970. Además de ser un clásico imprescindible, es la obra que da comienzo al género del esperpento, creado por el propio autor, dándole así un toque todavía más personal. Nos presentan a Max Estrella, un personaje que me ha enamorado por completo, por su carisma, por cómo está dibujado en la obra, por su carácter de anciano y miserable poeta invidente. En su día fue conocido para bien, sin embargo ahora pasea sin oficio ni beneficio por un Madrid, bohemio y ligeramente turbio, que es duramente criticado por el autor… utilizando la boca de nuestro protagonista. Se mezclan lo trágico y lo grotesco a partes iguales, dándonos como consecuencia momentos en que los personajes acaban desquiciados y comportándose sin tener dos dedos de frente, como si fueran animales en más de una ocasión, definiendo a la perfección lo que es el “esperpento” como tal. Como digo, tenemos una crítica social de la España de entonces, de su política y su cultura, pues estamos en plena Restauración. Estrella recorre en su última noche este Madrid acompañado de su amigo Don Latino de Híspalis –otro que tal baila-; y es que tenemos una obra que transcurre en apenas un día, a tiempo real, lo que hace todavía más rápida y amena su lectura (aún para los que no son muy amantes del género). Una novela que me ha encantado, muy divertida y que deja ver que el autor era simplemente un genio revolucionario, por completo adelantado a su época… y que nos ha dejado maravillas como esta, que todo el mundo debe leer. En honor al personaje principal, se creó “La noche de Max Estrella”, que coincide con el Día Internacional del Teatro y a su vez con la programación de La noche de los Teatros. Fue llevada al cine en 1985 por Miguel Ángel Díez, con un sublime Francisco Rabal. Enlace: https://locaporincordiar.blo.. + Leer más |
Luces de bohemia es un clásico. No está sobrevalorado, cada comentario bueno que se haga de este libro es merecido. Cada vez que lo leo sigue siendo igual de brillante. Agradezco que me hubieran regalado un ejemplar, dado que no tenía ninguno y me encanta releerlo de vez en cuando. |
Con esta obra descubrí un nuevo tipo de lectura, mucho más fácil de leer y muy entrenido! M encantó la manera que tiene Valle-Inclán de utilizar su esperpento y mostrar esa visión suya de la sociedad.
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He terminado de leer Luces de Bohemia y, mi admiración por Valle-Inclán ha aumentado. Había leído de él alguna Sonata, una de sus Comedias Bárbaras, Cara de Plata, y Divinas Palabras, que me impactó bastante. Pero creo que Luces de Bohemia es su obra cumbre, por representar un extracto de la historia de España de final del siglo XIX, un compendio del pensamiento más sarcástico y crítico del autor y una síntesis de su producción literaria; Luces de Bohemia no es sólo teatro, es ensayo, narrativa y, sobre todo, la lírica que Valle, tras esa imagen dura y exaltada, llevaba dentro. Formalmente la obra es innovadora. Está dividida en 15 escenas, sin actos que las agrupen. El número de personajes es elevadísimo, hay 52 que en algún momento mantienen parlamentos más o menos largos, más voces del pueblo. El tiempo en el que transcurre la acción es una tarde-noche, aunque durante la mañana del día siguiente tenga lugar el entierro; sin embargo los espacios son múltiples, hay trece ambientes diferentes: la casa de Max Estrella, la calle, la librería, la taberna, la gobernación, la cárcel, el cuartel de la policía, una plaza, el cementerio... Esto hace que algunas escenas sean cortas y se pase de un espacio a otro sin tregua. Difícil puesta en escena para solucionar los espacios alusivos a la representación e introducir ruidos y sonidos que a su vez vienen de otros lugares, como voces, sirenas, disparos que actúan a modo de ticoscopias para situar perfectamente al espectador. El contenido, en principio, es sencillo —contrastando con la forma— Max Estrella es un escritor, poeta fracasado que, a la desgracia de quedarse ciego hacía un año, se le suma el despido del periódico en el que trabajaba. Casado con una francesa, Madame Collet y padre de una hija, Claudinita, ve con horror la imposibilidad de seguir manteniéndolas. Su amigo, don Latino de Híspalis, se ofrece a empeñarle unos libros pero con la única intención de sacar provecho, tanto él como el librero a quien se los lleva, Zaratustra. Al comentarle a Max a quién se los ha entregado, éste se espera lo peor y sale de su casa a recuperarlos «¡Claudina, mi palo y mi sombrero!». Así empieza la odisea: no obtiene los libros, y se van a una taberna, en la que Max consigue empeñar su capa para comprar un décimo de lotería. Se encuentran con un grupo de modernistas, terminan borrachos y es detenido y encarcelado por faltarle el respeto al inspector. Los modernistas acuden al periódico a pedirle al director que interceda para sacarlo de la cárcel. Lo consigue, pero Max quiere ir al Ministerio de la Gobernación a quejarse formalmente. El ministro, antiguo amigo, le ofrece una pensión para su mujer y su hija, y él, humillado, acepta. En la calle, el frío de la noche y los espejos de la calle del Gato consiguen que se vaya deformando la realidad y Max Estrella, acurrucado en el portal de su casa, sin abrigo, muere aterido de frío. Don Latino lo deja allí y le roba la cartera. El décimo toca al día siguiente y, tras el entierro de Max, don Latino se gasta el dinero en la taberna y paga la deuda de la noche anterior, mientras la mujer y la hija de Max Estrella se suicidan. Estructuralmente la obra es redonda, cerrada; las palabras de Max, al principio, serán vaticinadoras del final MAX.- [...] Podemos suicidarnos colectivamente» MADAME COLLET.- A mí la muerte no me asusta ¡Pero tenemos una hija Max! [...] MAX.- [...] Es una lástima la obcecación de Claudinita. Con cuatro perras de carbón, podríamos hacer el viaje eterno. El trasfondo real de esta “odisea” es un viaje dantesco de Max Estrella, poeta andaluz guiado por Latino de Híspalis, durante la noche por diferentes lugares de Madrid, representantes de toda la sociedad española de principios de siglo. Como en la Divina Comedia, la mayoría de personajes con los que se encuentra son reales, coetáneos de Valle-Inclán, Max Estrella es la figura de Alejandro Sawa, poeta que murió pobre, olvidado, loco y ciego en Madrid en 1909. Zaratustra representa al librero Pueyo, editor de los modernistas (Gálvez, Rubén Darío, Dorio de Gadex). Tras el “Ministro” se esconde Julio Burell, ministro que ayudó a los intelectuales de su tiempo. Otros están sacados directamente de la literatura de Valle, para adoptar la figura de su creador y asistir al entierro de Max Estrella, porque a diferencia de Dante, Max no logra salir del infierno; así, abandonado a su suerte, sin recursos, sin reconocimiento, decide morir. Es curioso que la ceguera le sobreviniera un año antes de su muerte, como si no quisiera ver la caricatura en la que se había convertido España, con sus políticos que querían, ante todo, figurar, con sus administrativos inmorales, con sus bohemios inútiles, con gente sin fuerzas para luchar, sin cultura, sin futuro. España entera se convierte en la protagonista principal de Luces de Bohemia. Valle consigue una queja colectiva por lo que, únicamente, el país como colectivo podrá salir de ese vivir estúpido, frívolo, insolidario y angustiado (algo que un siglo después aún no hemos entendido). Al ser un personaje colectivo no hay espacio para profundizar en él, pero esto a Valle-Inclán no le interesaba; la finalidad principal es ironizar sobre la situación a la que había llegado el país: los modernistas no viven en la realidad sino que literaturizan la vida y rechazan la cultura oficial, la realidad sociopolítica era propicia a la miseria material y moral. El autor no añade vicios ni inventa costumbres, sólo los deforma para que la crítica sea más evidente. En esta deformación reside el esperpento por eso Max Estrella, poeta arruinado, casi indigente, se expresa con un lenguaje refinado, con latinismos e ironías que requieren cierto nivel cultural para entenderlas. Max es un esperpento residente en una situación esperpéntica, en la que, por supuesto, todos los personajes son esperpentos. Sólo el preso político y la madre del niño muerto están vistos desde una óptica real para reforzar la reflexión amarga sobre el país. En esta sátira el tema de la muerte y el suicidio son fundamentales; el pesimismo propio de la generación del 98 ante el problema de España no sólo es evidente sino hiperbólico. El problema mayor es la decadencia cultural, la imposibilidad de la vida literaria en la sociedad española. No hay lugar para el genio creador ni para el que quiere trabajar, sólo progresan los canallas. Situación esperpéntica, de la que no nos hemos librado aún puesto que esta imagen deformada de España es la que siguen teniendo en Europa. Función de las acotaciones. Luces de Bohemia es una obra teatral épica, por la grandeza de sus recursos, por la visión global de España, que aparece en el corto viaje de Max Estrella por Madrid, y por la demostración general de todo tipo de vocabulario. Valle deja poca libertad a la hora de representar su texto teatral, de hecho, el lector puede imaginar, gracias a las acotaciones, todo lo que tiene lugar en escena y, en algunos casos en los que se vale de ticoscopias, fuera de ella; mediante las ticoscopias amplía los límites del escenario y crea un espacio para acciones que no pueden desarrollarse materialmente en las tablas ...Ante el mostrador, los tres visitantes, reunidos como tres pájaros en una rama, ilusionados y tristes, divierten sus penas en un coloquio de motivos literarios. Divagan ajenos al tropel de polizontes, al viva del pelón, al gañido del perro... Asimismo utiliza los deícticos para delimitar los lugares de la acción, organizar los movimientos y la estructura espacial de la proxémica ...Entra un vejete asmático, quepis, anteojos, un perrillo y una cartera con revistas ilustradas. Es DON CATALINO DE HÍSPALIS. Detrás, despeinada, en chancletas, la falda pingona, aparece una mozuela: CLAUDINITA. Las acotaciones de Luces de Bohemia dotan a la representación de polifonía informativa gracias su carácter funcional. A veces cargan la importancia en los gestos de los personajes, pues aportan más información al espectador que las propias palabras El librero, al tiempo que habla, recoge el atadijo que aún está encima del mostrador, y penetra en la lóbrega trastienda, cambiando una seña con DON LATINO. Reaparece. Otras veces van cargadas de sinestesias que, unidas a las cosificaciones, mezclan humorísticamente lo lírico y lo real, adoptando todo un aire prosaico Zaguán en el Ministerio de la Gobernación [...] Aire de cueva y olor frío de tabaco rancio [...] Policías de la Secreta —hongos, garrotes, cuellos de celuloide, grandes sortijas, lunares rizosos y flamencos— [...] hay [...] un pollo chulapón de peinado reluciente, con brisas de perfumería, que se pasea y dicta humeando un veguero [...] Dando voces, la cabeza desnuda, humorista y lunático, irrumpe Max Estrella [...] Detrás asoman los cascos de los guardias. Y en el corredor se agrupan, bajo la luz de una candileja, pipas, chalinas, y melenas del modernismo. En general, las acotaciones funcionan como verdaderos textos narrativos con finalidad estética, incluso simbólica que, aunque facilitan la puesta en escena, influyen sobre todo en la construcción imaginaria del lector, esto es una característica del estilo esperpéntico. En ocasiones son explicaciones propias de un narrador omnisciente que ayudan a caracterizar al personaje Don Latino interviene con ese matiz del perro cobarde, que da su ladrido entre las piernas del dueño. o caracterizan al personaje, animalizándolo con el fin de denunciar la vida del pueblo Escapa la chica salvando los charcos con sus patas de caña. o lo hacen desaparecer mediante juegos de palabras Máximo Estrella y don Latino de Híspalis, sombras en las sombras de un rincón... En ocasiones las acotaciones utilizan la descripción para introducir al espectador en sucesos anteriores Sale de la tiniebla el bulto del hombre morador del calabozo. Bajo la luz se le ve esposado, con la cara llena de sangre. Y casi siempre son verdaderos poemas que se mezclan con líricas descripciones para dar a conocer los sentimientos el autor ...Faroles rotos, cerradas todas, ventanas y puertas. En la llama de los faroles un igual temblor verde y macilento. La luna sobre el alero de las casas, partiendo la calle por medio. De tarde en tarde, el asfalto sonoro [...] Soldados Romanos. Sombras de Guardias... En general las acotaciones contienen bastantes expresiones subjetivas, por lo que más que acotaciones son connotaciones de sus emociones Sobre las campanas negras, la luna clara [...] A lo largo del coloquio se torna lívido el cielo [...] Remotos albores de amanecida [...] Despiertan las porteras. Y, por supuesto, no debemos olvidar el humor negro, hiperbólico que aparece en aquellas acotaciones cuya finalidad es intensificar el esperpento mostrado en los diálogos Aparece en el marco de la puerta el cochero de la carroza fúnebre: Narices de borracho, chisterón viejo con escarapela, casaca de un luto raído, peluca de estopa y canillejas negras. Tampoco podemos pasar por alto aquellas que aluden, poéticamente, a la identificación del autor con uno de sus personajes novelescos, quien, rizando el rizo, aparece en el entierro de otro personaje teatral ...EL MARQUÉS, benevolente, saca de la capa su mano de marfil y reparte entre los enterradores algún dinero. Finalidad del diálogo. Ante esto llegamos a la conclusión de que el texto dramático de Luces de Bohemia tiene un protagonismo desmedido; es una obra teatral que se va componiendo perfectamente en la mente del lector. El léxico es de una riqueza enorme y gran variedad; podemos encontrar palabras típicas del calé como «chanelar» (entender), «cañí» (gitano), «cate» (golpe), «dar mulé» (matar), «gachó» (hombre), «parné» (dinero), «pirante» (juerguista), «manque» (yo)...; voces típicas madrileñas como «vivales» (fresco, desaprensivo), «rezumar el ingenio» (caspa en los hombros), «naturaca» (naturalmente); expresiones populares «sombrerera» (cabeza), «tabernáculo» (taberna), «rufo» (chulo), «pájara» (astuta), «pan de higos» (partes sexuales de la mujer), «pescarla» (emborracharse), «pindonga» (mujer callejera), «iluminado» (borracho), «fiambre» (cadáver), «dar un mitin» (armar jaleo)... y vocabulario mitológico como «Estigia», «Buey Apis», «Artemisa, «Mausoleo», junto a palabras cultas , en desuso como «albando»(muy caliente) o «kermés» (fiesta al aire libre). Además encontramos el acortamiento propio de aquellas palabras que el pueblo utiliza a diario: «la propi», «la Delega», «un pipi» (pipiolo), «un jipi» (jipijapa – sombrero panamá), «la Preve» (Prevención). Este acortamiento, con expresiones irónicas, permite un uso humorístico: EL CAPITÁN PITITO.- ¡Por borrachín, a la Delega! MAX.- ¡Y más chulo que un ocho! Señor Centurión, ¡yo también chanelo el sermo vulgaris! Encontramos definiciones que funcionan como greguerías lúgubres: «La muerte(es), una carantoña ensabanada que enseña los dientes». Hay expresiones costumbristas que hacen algo humorístico de situaciones amargas: EL SERENO.- Camine usted MAX.- Soy ciego EL SERENO.- ¿Quiere usted que un servidor le vuelva la vista? MAX.- ¿Eres Santa Lucía? EL SERENO.- ¡Soy autoridad! MAX.- No es lo mismo Asimismo en las citas literarias de Max aparecen alusiones metateatrales (a Ibsen, Calderón) y líricas, en las que se deja ver el desprecio a todos al considerarse a sí mismo el primer poeta de España, infravalorado (teniendo en cuenta que Max es un trasunto de Alejandro Shaw, la crítica social es feroz). DORIO DE GÁDEX.- Maestro, preséntese usted a un sillón de la Academia. MAX.- No lo digas en burla, idiota ¡Me sobran méritos! Pero esa prensa miserable me boicotea. Odian mi rebeldía y odian mi talento. Para medrar hay que se agradador de todos los Segismundos [...] ¡Y soy el primer poeta de España! ¡Y ayuno! [...] ¡Y no me parte un rayo! ¡Yo soy el verdadero inmortal, y no esos cabrones del cotarro académico! ¡Muera Maura! Está claro que el vocabulario es rico, connotativo y amplio; las metáforas, metonimias y animalizaciones consiguen a veces arrancarnos una sonrisa, por la ironía que encierran MAX.- Don Latino de Híspalis: Mi perro Y otras veces, nos hacen pensar, con horror, en el embrutecimiento al que puede llegar el español, capaz de ver en un mismo plano pérdidas materiales y la muerte de un niño EL TABERNERO.- El pueblo que roba en los establecimientos públicos, donde se le abastece, es un pueblo sin ideales patrios MADRE DEL NIÑO.- ¡Verdugos del hijo de mis entrañas! UN ALBAÑIL.- El pueblo tiene hambre EL EMPEÑISTA.- Y mucha soberbia MADRE DEL NIÑO.- ¡Maricas, cobardes! UNA VIEJA.- ¡Ten prudencia, Romualda! MADRE DEL NIÑO.- ¡Asesinos! ¡Veros es ver al verdugo! De lo que no hay ninguna duda es del ritmo ágil de los diálogos, que contrasta con la lentitud y minuciosidad de las acotaciones. Esta rapidez en los parlamentos le aporta velocidad al tiempo en el que se desarrolla la acción, una noche es suficiente para dar un repaso a esa España atrasada, para reír ¿por qué no?, llorar y morir. DON FILIBERTO.- !Para ustedes no hay nada respetable: i Maura es un charlatán! DORIO DE GADEX.- El Rey del Camelo! DON FILIBERTO.- Benlliure un santi boni barati! DORIO DE GADEX.- Dicho en valenciano. DON FILIBERTO.- Cavestany, el gran poeta, un coplero. DORIO DE GADEX.- Profesor de guitarra por cifra. DON FILIBERTO.- Qué de extraño tiene que mi ilustre jefe les parezca un mamarracho! DORIO DE GADEX.- Un yerno más. No sólo la ironía puebla las páginas del texto, el absurdo llega a límites insospechados; si en la librería de Zaratustra, éste mantiene un diálogo con los animales (ratón, gato y perro), en el entierro de Max, el periodista anarquista Basilio Soulinake proporciona una imagen surrealista haciéndose pasar por médico para impedir que se lleven el féretro. MADAMA COLLET.- ¡Y si no estuviese muerto! LA PORTERA.- ¿Que no está muerto? Ustedes sin salir de este aire no perciben la corrupción que tiene. BASILIO SOULINAKE.- ¿Podría usted decirme, señora portera, si tiene usted hecho estudios universitarios acerca de medicina? Si usted los tiene, yo me callo y no hablo más. Pero si usted no los tiene, me permitirá de no darle beligerancia, cuando yo soy a decir que no está muerto, sino cataléptico. LA PORTERA.- ¡Que no está muerto! ¡Muerto y corrupto! Indudablemente el humor no deriva sólo de las palabras, la situación escénica es fundamental: la esposa y la hija estaban abrazadas, fundidas en el dolor cuando la portera aparece resollando para anunciar que está abajo la carroza fúnebre. El toma y daca de ahora cogemos al difunto, ahora lo dejamos, unido a los gestos de dolor de la familia con los de incredulidad de la portera conforman un cuadro esperpéntico, surrealista, digno de una escena cinematográfica más que teatral, por la movilidad de personajes. De hecho, Luces de Bohemia está considerada el primer esperpento, voz tomada del habla popular para designar lo feo, lo llamativo por escaparse de la norma, lo ridículo o grotesco. A partir de 1924, año en que aparece esta obra, esperpento designa un nuevo subgénero literario, el que devuelve una visión deformada de la realidad. Podemos encontrar, en el cine español, películas como El verdugo, de Berlanga o Así es Madrid de Luis Marquina. Incluso Luces de Bohemia fue llevada al cine en 1985, protagonizada por Paco Rabal, Fernán Gómez e Imanol Arias entre otros. (Aunque el elenco de actores era formidable, la película no funcionó. Como tantas otras veces, segundas partes no fueron buenas. Y es que pocas obras teatrales pueden igualar a Luces de bohemia, no en vano la Academia concede los premios Max de las Artes Escénicas desde 1998. Enlace: http://elblogaurisecular.blo.. + Leer más |
Qué decir del maestro Valle-Inclán. Qué gran obra. Qué grandes personajes. Cuánta cultura. Luces de Bohemia refleja a la perfección el esperpento. Ya no me quedan palabras para describir este libro; tan solo acompaña al protagonista, Max Estrella, primer poeta de España, y disfruta. |
Luces de Bohemia para Elisa 🎶🎵. Esta es una canción de Ignacio Cano ( Mecano) , cantada por el mexicano Emmanuel. Las Luces de Bohemia, de Valle-Inclán, son otra cosa. Son esas luces que no existen, y si lo son es solo a manera de fuegos fatuos. La vida Bohemia, por a época y lugar en que fue escrito, estaba condicionada a las veleidades políticas sociales, y a la degradación dela vida del pueblo, producto de las mismas. Vaya! Un esperpento, una deformación de la percepción, producto de esa misma situación En ese contexto, el escritor es más un paria que un puntal de la sociedad, eso representa Max Estrella, un ciego con una amplia y compleja visión interior, quien en un periplo de unas pocas horas, en compañía del aprovechado Latino Hispalis, recorre, de bote en bote, a cual mas desgraciado, el entorno de la convulsa capital española, percibiendo, en cada esquina la degradación a la que ha sido arrastrada por la inadecuada sociedad española. Y todo ello deformado, grotesco, por el espejo de la realidad que no conduce a ninguna resolución. Una compleja obra teatral, innovadora en su momento, por su escritura, su temática, su irreverencia, su dificultad para ser montada, y muchas otras razones. Como lectura es irónica, cómico/trágica, de lectura complejamente-facil. Pero profundamente desalentadora, triste, dura, grotesca, incluso terrible, tal cual un esperpento. Como lo es indudablemente y no solo por el título. La bohemia y su faceta más difícil…la cultura no es una forma de vida. Parafraseando a Rius, “ la panza es primero. La miseria del pueblo español, la gran miseria moral, está en su chabacana sensibilidad ante los enigmas de la vida y de la muerte. + Leer más |
Este es un libro con una fuerte crítica social a la España de los años 20, donde describe a una España degradada, hecha polvo y llena de corrupción. Parecida a la España de los nuevos 20 que estamos viviendo ahora. Los personajes, que no son pocos, van contando como por aquella época no había sitio para trabajadores y decentes, ya que solo prosperaban los canallas y la gente infame. El protagonista, Max, es un poeta cuya obra no tiene éxito y no le llega para comer. A pesar de ser invidente, es el único personaje que ve la realidad. La obra en sí misma transcurre en dos días y el vocabulario, al ser utilizado en diálogos comunes, usa palabras típicas del vocabulario madrileño y del calé. Esto hace que sea una obra que se lee en nada y es sencilla de seguir a pesar de la multitud de personajes que tiene. Enlace: https://www.instagram.com/p/.. |
Aquí una servidora comenzó la lectura sin recordar que se trataba de una obra de teatro, y diré de nuevo: el teatro hay que verlo, no leerlo. La experiencia pierde la gracia porque solo se está experimentando la mitad de lo que el autor pretende conseguir. Valle-Inclán satiriza, caricaturiza y exagera a todos los personajes. Desde el principio las conversaciones son tan absurdas como se espera. La obra está llena de una crítica mordaz tanto a la sociedad española como a la política, crítica que sería aplicable a día de hoy. Sin embargo, hay que conocer mucho la época y el contexto para entenderlo en su totalidad, y yo no soy ninguna experta precisamente. Es un libro entretenido y me ha sacado alguna sonrisa, pero no diría que me haya gustado. Por suerte es una lectura muy ligera. Saludos ;) |
Reconozco que esta relectura no me ha gustado tanto como la primera. Era de esperar, porque la primera vez que disfruté de esta historia lo hice de la mano de una de las mejores maestras que he tenido nunca, mi profesora de Lengua y Literatura del instituto, Maribel. Pero, aun así, me ha gustado muchísimo la crítica a la sociedad de su época. No me ha gustado nada que la mayoría de esa crítica siga vigente hoy en día. De verdad, tengo la sensación de que España no avanza... O lo hace muy lentamente. Porque si le pones a esta historia un lenguaje más cotidiano de hoy en día, te puedes creer perfectamente que se trata de una historia contemporánea. Eso sí, en cuestión de machismo, aunque parezca mentira, sí noto que hemos avanzado un poco... Porque, como la mayoría de historias de la época, esta no se libra del machismo normalizado por el que se caracterizaba la sociedad en al que fue escrita. En la nuestra no es que estemos mucho mejor, pero sí un poco y lo agradezco bastante. Pero en sí es una obra de teatro que se lee muy deprisa, que contiene muchas referencias a políticos y artistas de la época y que es muy interesante de leer, comprender y analizar. + Leer más |
¿Con qué frase empieza esta novela?