Máquinas de amar. Secretos del cuerpo artificial de Pilar Pedraza
El cuerpo natural está quedando obsoleto y es fundamental saber qué son y cómo funcionan los cuerpos artificiales.
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Máquinas de amar. Secretos del cuerpo artificial de Pilar Pedraza
El cuerpo natural está quedando obsoleto y es fundamental saber qué son y cómo funcionan los cuerpos artificiales.
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La pequeña pasión de Pilar Pedraza
Un mundo sin murallas es una desolación ¿Cómo escapar si no las hay? ¿Cómo distinguir lo de dentro de lo de fuera? Siento la pasión de las ciudades y también la melancolía de las columnatas, de los palacios cuyas estancias nunca recorreré.
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La perra de Alejandría de Pilar Pedraza
¿Sabes tú cuánto sufrimiento se puede acumular en una noche como esa? Sólo los ignorantes piensan que los animales sienten menos dolor que el hombre.
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Eros ha Muerto de Pilar Pedraza
Tenía el aspecto poco tranquilizador de un bufón disfrazado de dios.
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Las joyas de la serpiente de Pilar Pedraza
Cuando una de sus manos atroces separó de su rostro y de su frente un rizo adorable, caí a sus pies desvariando como un loco, y la poseí sobre una piel de oso con un frenesí de endemoniado, gustando sus delicias y sumiso a sus martirios, deseando hallar la muerte en la cima del éxtasis.
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Pánikas de Pilar Pedraza
Yo amo la muerte. Alguien ha dicho de mí que soy una mariposa revoloteando sobre cadáveres. Mi misma muerte, si pienso en ella, me resulta simpática; puedo mirarla a los ojos y jugar con ella al ajedrez.
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Pánikas de Pilar Pedraza
Pero no hay que fiarse todo el rato de las palabras, pues tras la descripción de un personaje de pulp, sobre todo femenino, puede esconderse un pulpo auténtico.
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Pánikas de Pilar Pedraza
Usted tiene en su interior un palacio cien veces mayor que este, construido por titanes.
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Pánikas de Pilar Pedraza
Nos amábamos como una pareja de cisnes; él, el blanco, y yo, el negro. No teníamos hijos. Él no los echaba de menos y yo consideraba la maternidad una opción, no una obligación
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La fase del rubí de Pilar Pedraza
La ciudad despertaba torpemente, con desgana, como si un escalofrío recorriera la médula de sus viejas piedras. Quiso retener la noche entre sus callejones y no pudo: algo malo venía de lejos y ella lo intuía, con su sa- ber de siglos. Y al avanzar las horas, sentía crecer el mal y extenderse por las calles como un tósigo por las venas de un cuerpo.
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La fase del rubí de Pilar Pedraza
Al principio las tinieblas eran absolutas, como la muerte. Jugué a estar muerta un tiempo y fui feliz.
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La fase del rubí de Pilar Pedraza
La ciudad despertaba torpemente, con desgana, como si un escalofrío recorriera la médula de sus viejas piedras. Quiso retener la noche entre sus callejones y no pudo: algo malo venía de lejos y ella lo intuía, con un saber de siglos. Y al avanzar las horas, sentía crecer el mal y extenderse por las calles como un tósigo por las venas de un cuerpo.
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Tóxikas de Pilar Pedraza
Esto les pasaba por no leer y por creer que, no leyendo, se puede saber las cosas.
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Tóxikas de Pilar Pedraza
Muy bien, corazón. Hay que mantener el karma limpio de las máculas del pasado, que, en definitiva, como bien sabía Jung, son nocivas. Ha sido una hermosa, aunque pequeña, psicomagia a lo Jodorowsky.
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La fase del rubí de Pilar Pedraza
En el rostro de ella floreció una sonrisa oscura que recordó a Torcuato que la mujer es amarga como la muerte.
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La fase del rubí de Pilar Pedraza
Las flores delicadas - dijo él mirándola con ardor-, se marchitan a la sombra de los grande árboles.
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La pequeña pasión de Pilar Pedraza
Aunque siempre he merecido su amor, él nunca ha estado enamorado de mí.
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Tóxikas de Pilar Pedraza
En el Mercado Central, sucursal en mi ciudad de la Sede de Satán con todas sus tentaciones, me aguardaba al día siguiente una sorpresa.
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Tóxikas de Pilar Pedraza
No sé. Solo es uno de tantos deseos que se tienen a lo largo del día. Desear es, en sí, un placer del que no hay que privarse, como dijo André Gide o no sé quién.
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Gregorio Samsa es un ...