Catherine de Patrick Modiano
... me pasaba el día entero haciendo prácticas de no llevar gafas. Los contornos de las personas y de las cosas perdían por completo su definición, todo se volvía borroso y hasta los mismos sonidos se hacían cada vez más apagados. El mundo, cuando lo veía sin gafas, ya no tenía asperezas, era tan suave y tan acariciante como una gran almohada de plumón en la que apoyara mi mejilla, y acababa por dormirme.
|