Carol de Patricia Highsmith
La felicidad era un poco como volar, pensó, como ser una cometa. Dependía de cuánta cuerda se le soltara...
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Carol de Patricia Highsmith
La felicidad era un poco como volar, pensó, como ser una cometa. Dependía de cuánta cuerda se le soltara...
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Carol de Patricia Highsmith
Todavía sonreía, como si acabara de aprender a sonreír y no supiera cómo parar.
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Las dos caras de enero de Patricia Highsmith
En el autobús de las líneas aéreas, camino del aeropuerto, Royal iba pensando que, de todas las facultades humanas, la memoria era a la vez la más misteriosa, agradable, dolorosa y, sin duda, la más engañosa a veces. Durante toda la noche, lo mismo mientras estaba despierto que mientras dormitaba o se pasaba medio adormilado, había vivido mitad en el presente mitad en el pasado.
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El talento de Mr. Ripley de Patricia Highsmith
Mister Greenleaf era tan buena persona que daba por sentado que todos los demás seres humanos lo eran también. Tom casi se había olvidado de que existiera gente así.
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El talento de Mr. Ripley de Patricia Highsmith
Le gustaba que en Venecia no hubiese automóviles. Eso daba a la ciudad un aire más humano. Las calles eran sus venas y la gente que iba y venía constantemente era la sangre.
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Carol de Patricia Highsmith
La compasión despertaba un amorfo sentimiento de culpabilidad y una necesidad de conciliación.
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Extraños en un tren de Patricia Highsmith
Llevaba tanto tiempo buscándole ansiosamente un significado a la vida, tanto tiempo tratando de hacer algo que le proporcionara este significado, que había llegado a encontrarle gusto a la frustración...
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Patricia Highsmith
Y creo que muchos escritores de novela negra (...) tienen que sentir alguna clase de simpatía o identificación con los criminales, pues, de no sentirla, no se verían emocionalmente involucrados en los libros que escriben.
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Carol de Patricia Highsmith
La sensación de que todo el mundo estaba incomunicado con los demás y de estar viviendo en un nivel totalmente equivocado, de manera que el sentido, el mensaje, el amor o lo que contuviera cada vida, nunca encontraba su expresión verdadera.
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El grito de la lechuza de Patricia Highsmith
La muerte es algo absolutamente normal, tan normal como el nacer. La raza humana rehúsa hacerse a esta idea, porque vivimos en una cultura que teme a la muerte.
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Un reloj hace tictac en Navidad/Sustancia de locura de Patricia Highsmith
Christopher volvió a su despacho, su habitación preferida y su dormitorio durante los dos últimos años, pues lo prefería al dormitorio de arriba y al cuarto de los huéspedes. Notó que tenía lágrimas en los ojos, pero se dijo a si mismo que eran lágrimas de frustración y rabia.
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Carol de Patricia Highsmith
«—Querida, ¿puedo pedirte que me perdones? El tono hirió a Therese más aún que la pregunta. —Te quiero, Carol. —¿Pero te das cuenta de lo que significa? —Sí —contestó.» |
Carol de Patricia Highsmith
«¿Cómo era posible estar enamorada y tener miedo?, pensó Therese. Eran cosas contradictorias. ¿Cómo era posible tener miedo cuando las dos se hacían más fuertes juntas cada día? Y cada noche. Cada noche era distinta, y cada mañana. Juntas eran poseedoras de un milagro.»
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Carol de Patricia Highsmith
Me preguntas si te echo de menos,,, pienso en tus manos, en tuvoz, en tus ojos cuando me miras de frente. Me acuerdo de tu valor que nunca habia sospechado, y eso me da valor a mi.....
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Carol de Patricia Highsmith
Su vida era una serie de zigzags. A los diecinueve años estaba llena de ansiedad.
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Extraños en un tren de Patricia Highsmith
Hay personas que son demasiado estúpidas para tener conciencia
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¿Quién mata al elfo Dobby?