El amor huele a café de Nieves García Bautista
Porque, al fin y al cabo, ¿qué es el enamoramiento sino una pasión desbordada?
|
El amor huele a café de Nieves García Bautista
Porque, al fin y al cabo, ¿qué es el enamoramiento sino una pasión desbordada?
|
El amor sabe a chocolate de Nieves García Bautista
La vida era como jugar a las cartas (...). La baraja es la misma para todos, pero no todos reciben los mismos naipes ni saben qué hacer con ellos. Algunos aprovechan su buena suerte, otros malogran un reparto afortunado, y otros, muy pocos, logran darle la vuelta a la situación y ganar con unas cartas malas (...). Así era el juego. Así era la vida.
|
El amor huele a café de Nieves García Bautista
...las parejas son las únicas que saben lo que ocurre en sus relaciones. Es fácil y tentador juzgar desde fuera, pero la realidad puede ser muy diferente.
|
El amor huele a café de Nieves García Bautista
"Las parejas son las únicas que saben lo que ocurre en sus relaciones. Es fácil y tentador juzgar desde fuera, pero la realidad puede ser muy diferente".
|
El amor huele a café de Nieves García Bautista
Raquel era el vivo ejemplo de que, a pesar de que la lotería de la vida podía no ser generosa, todos tienen en su mano esforzarse lo indecible por construirse su propia buena suerte.
|
La mujer fuera del cuadro de Nieves García Bautista
Fuerza... necesitaba fuerza, sí. La humanidad siempre se había preocupado por atrapar la suerte, la buena estrella, sin darse cuenta de que lo que de verdad importaba va para seguir adelante era otra cosa. Quienes llegaban al final no era gracias a la fortuna, sino la fuerza. No hacía falta ser hombre, ni tener los brazos grandes, ni tener una salud de hierro. Porque a veces, en el momento más insospechado, se encuentran fuerzas... no se sabe muy bien cómo, pero ocurre, a pesar del dolor, a pesar del miedo, a pesar de la fragilidad. O puede que precisamente por todo eso.
|
La mujer fuera del cuadro de Nieves García Bautista
Mi madre decía que lo que tenga que ser será, que lo que tenga que pasar pasará. Y lo que no, por algo será.
|
La mujer fuera del cuadro de Nieves García Bautista
Quienes buscan la verdad merece el castigo de encontrarla (Santiago Rusiñol)
|
La mujer fuera del cuadro de Nieves García Bautista
Lo injusto no es un amor no correspondido. Eso le pasa a todo el mundo. [...] lo injusto es que una persona trate a otra con desprecio, que la considere inferior por la razón que sea, y que encima abuse. Es el odio, la frustración, la injusticia. Mi hermano solo era el otro adolescente estúpido que no sabía manejar su rabia.[...] ¡Faltan libros, falta filosofía! ¡Faltan Platón y Aristóteles y Kant y Sartre! Si todos nos hiciéramos preguntas, no podríamos escapar de ellas. Y faltan manos que ayuden; si todos ayudan. Y, si todos abriéramos nuestras manos para levantar al que lo necesita, no tendríamos tiempo para cerrar los puños.
|
La mujer fuera del cuadro de Nieves García Bautista
¿Alguna vez le importó ella al artista, al crítico que juzgó el cuadro, el marchante que lo compró, al público que aplaudió? Ninguno de ellos la valoró a ella, a la persona que se escondía debajo de aquella pose artificial. Ella era solo un encuadre, una forma, un conjunto de colores y texturas, un conjunto de contrastes. Ella no importaba nada.
|
La mujer fuera del cuadro de Nieves García Bautista
Como dijo Hubertine Auclert, una república que mantenga a las mujeres en condiciones infelicidad no podrá hacer a los hombres iguales.
|
La mujer fuera del cuadro de Nieves García Bautista
Cuando alguien cambia de rumbo es porque ha sucedido algo en su vida.
|
La mujer fuera del cuadro de Nieves García Bautista
No hay razones para amar, pero sí muchas para no hacerlo, muchísimas. Y que te peguen, que te insulten, que no te dejen elegir, que pisoteen tus sueños... en fin, que te traten mal es una buena razón para retirar tu amor.
|
Nieves García Bautista
Soñamos con que un caballero distinguido y apuesto nos trate como una reina, pero luego, a la hora de la verdad, entregamos nuestro corazón al miserable que nos arrastra por los suelos
|
Nieves García Bautista
Asi somos los seres humanos. Encontramos placer al contemplar lo feo, el dolor, la rareza. Pero en los otros y solo desde la barrera.
|
La mujer fuera del cuadro de Nieves García Bautista
Hace falta pasión. Si no haces las cosas con amor, con esa fuerza que te nace de las tripas y necesitas liberar como sea, sin eso, nada de lo que hagas sera verdaderamente bueno. Ni honesto
|
La mujer fuera del cuadro de Nieves García Bautista
Después del primer vaso, uno ve las cosas como le gustaría que fuesen. Después del segundo, uno ve las cosas que no existen. Finalmente, uno acaba viendo las cosas tal y como son, y eso es lo mas horrible que te puede ocurrir |
La mujer fuera del cuadro de Nieves García Bautista
No voy a casarme porque quiero luchar por las mujeres. La sociedad patriarcal nos ha metido en la cocina, nos ha dado un pape de esclavas de nuestros maridos, de nuestros padres y nuestros hijos, y eso hay que cambiarlo. Nosotras también tenemos nuestros sueños, somos fuertes, somos capaces de cualquier cosa. Tenemos derecho a ser nosotras mismas, no lo que los hombres decidan.
|
La mujer fuera del cuadro de Nieves García Bautista
—Así es la miseria, hija mía. Recuerda esto: una cosa es la pobreza y otra la misera. —¿Qué diferencia hay? —La pobreza es la escasez de dinero y de medios para vivir. La miseria es la falta absoluta de recursos. La miseria te deja sin fuerzas, te deja sin salud, te deja sin esperanza, te despoja de todo, hasta de las ganas de vivir. La miseria es estar rodeada de lujos y no poder acceder a ellos. El pobre puede ser feliz; el miserable, no. |
La mujer fuera del cuadro de Nieves García Bautista
—¿Natural? —se burló Degas—. Fíjese bien: la palabra arte contiene la idea de artificio, es decir, de algo engañoso. lo que ustedes deben perseguir es dar la impresión de la natural por medio de una manipulación de la realidad. —Degas se inclinó hacia sus invitados y bajó la voz—. Un cuadro requiere tanta astucia, malicia y vicio como la ejecución de un crimen.
|
¿Con qué frase empieza esta novela?