Una educación mortal de Naomi Novik
Estaba observándome con una expresión inconfundible. La misma que adoptan de vez en cuando los hombres al mirar a mi madre y que he presenciado a lo largo de toda mi vida. No es la expresión que imaginas; los hombres no babean por ella en plan guarro. Más bien la contemplan como si fuera una diosa, pensando que tal vez consigan que ella les devuelva la sonrisa si demuestran ser lo bastante dignos. Nunca creí que nadie fuera a dedicarme una mirada remotamente familiar.
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