El avaro; El enfermo imaginario de Molière
VALERIO. -¡Ah, no agraviéis, juzgándome como a los demás! Creedme capaz de todo, Elisa, menos de faltar a lo que os debo. Os amo demasiado para hacerlo, y mi amor por vos durará tanto como mi vida. ELISA. -¡Ah, Valerio! ¡Todos dicen lo mismo! Todos los hombres se parecen por sus palabras; y sin tan solo sus hechos los que los hacen diferentes. |