Orlando Innamorato de Matteo Maria Boiardo
Casi viviendo aún descuarticelos, los corazones les saqué del pecho, los miembros de los dos desmenucelos, ¡mira si con hacello había despecho! Y, en un punto, los dos descabecelos, guardando las cabezas para el hecho. No por amor ni por piedad lo hacía, mas por la crueldad que hacer queria. |