La ladrona de libros de Markus Zusak
No le hagas caso al cosquilleo de los pies. No gastes las suelas. Y no te muevas demasido. Déjalo todo como está, cueste lo que cueste. Puede que pronto llegue la hora de partir. La luz es como una pistola. Un explosivo para los ojos. Podría ser la hora de partir. Podría ser la hora, así que despierta. ¡Despierta de una vez, maldita sea! Despierta. |