Amanecer verde de Marco Antonio Marcos Fernández
Si tuviéramos en cuenta las consecuencias de todos nuestros actos en la vida, la solución sería el nihilismo. Pasarse la vida mirando crecer las plantas y no haciendo nada. Pero el nihilismo choca contra su propia filosofía: la paradoja es que no hacer nada es también una acción. Si se comete una injusticia a nuestro alrededor y no hacemos nada, nuestra inacción es también una acción que genera su propia e importante cadena de consecuencias. Nacer es implicarse en los problemas de la existencia, quiérase o no.
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