La canción de Aquiles de Madeline Miller
-Patroclo es mi camarada por juramento. Su sitio está junto a mí. -Los ojos de la nereida flamearon y casi pude sentir el fuego de los mismos. Vi la negativa formada en sus labios fruncidos. -Muy bien -accedió Peleo y mediante un gesto indicó a un siervo que me hicieran un sitio entre ellos, que, por suerte, fue en el extremo opuesto al lugar ocupado por Tetis. Me hice lo más pequeño e invisible posible antes de seguir a Aquiles hasta nuestros asientos. -Ahora va a odiarme -le recriminé. -Ya te odia -me replicó con una rápida sonrisa. |