Parisina de Lord Byron
A veces en lo interno de su alma Se agitaba un extraño sentimiento De amor y de ternura por los seres Que destruyó la muerte con su aliento |
Parisina de Lord Byron
A veces en lo interno de su alma Se agitaba un extraño sentimiento De amor y de ternura por los seres Que destruyó la muerte con su aliento |
Parisina de Lord Byron
Un corazón ya muerto a la alabanza, Y a la censura muerto, Y a la fe y al amor y a la esperanza. Un corazón que de sí mismo huía, Que ceder no quería Y que olvidar tampoco le era dado |
Sardanapal de Lord Byron
Hay en mi incertidumbre algo tan dulce que no lo cambiaria por toda nuestra ciencia.
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Don Juan de Lord Byron
Ella era un paisaje suave y de territorios amables donde todo era armonía, quietud y serenidad, lujoso y floresciente, vivaz sin regocijo y, si no de la felicidad, mucho más cercano que vuestras egregias pasiones, de todo aquello que algunos llaman "lo sublime". Yo ojalá lo intentaran: he visto vuestros mares y mujeres tormentosas y compadezco más a los amantes que a los marinos. |
Don Juan de Lord Byron
A ti te queda aún mucho arco iris en el firmamento, pero el mío ya se esfumó. De joven, todo empieza con sentimientos fervorosos y miras elevadas, pero el tiempo va desgarrando nuestras ilusiones sistemáticamente, y cada año una nueva decepción nos despoja, como serpientes, de nuestra brillante piel |
Don Juan de Lord Byron
Yo escribo sobre lo primero que me viene a la cabeza Este relato no intenta ser relato, sino una mera excusa fantástica e inconsistente para decir cosas vulgares y a veces tópicos. |
Parisina de Lord Byron
No humedeció una lágrima sus ojos, Ni una sonrisa iluminó su rostro, Y sobre aquella frente no domada Terribles se grabaron Los surcos de sombríos pensamientos |
Parisina de Lord Byron
Nadie supo su suerte, Ni jamás se sabrá; pero cualquiera Que haya sido su muerte, En el dolor sus ojos abrió al mundo, Y en dolor los cerró sueño profundo |
Parisina de Lord Byron
el destino De Parisina en sombras ha quedado, Como queda en la fosa el polvo inerte. Tal vez en un convento Elevó al Dios eterno su plegaria |
Parisina de Lord Byron
Nunca sombrío Desesperado ser vertió sus quejas Con tan profundo, íntimo lamento. Los que al pasar le oyeron, desearon, De compasión movidos, Que fuera aquel su postrimer acento |
Parisina de Lord Byron
Para ella Fue una sombra el pasado, y el futuro Tiniebla fue con pálidas vislumbres De un terrible sendero |
Parisina de Lord Byron
Quiso hablar, pero en vano… La palabra en sus labios expiraba, Y triste parecía Que en el sordo gemido que lanzaba Entero el corazón en él vertía. De nuevo quiso hablar, pero su acento Se convirtió en un grito prolongado, E insensible en el frío pavimento Como piedra cayó su cuerpo helado |
Parisina de Lord Byron
En tan poco lo aprecio Como apreciabas tu existencia, cuando, A tu lado, calada la visera, Del combate feroz en lo más recio, Iban nuestros indómitos corceles Cadáveres hollando |
Parisina de Lord Byron
Esa mujer que esposa tú apellidas, Otra víctima nueva de tu orgullo, Tú sabes que me estaba destinada. La viste, y sus encantos codiciaste |
Parisina de Lord Byron
«No pienses que la muerte me da espanto A tu lado me has visto De la batalla en el fragor; tú sabes Que inútil en mi diestra nunca ha sido La espada que tus siervos De mi mano arrancaron, y más sangre En tu propia defensa ella ha vertido Que hará verter el hacha del verdugo |
Parisina de Lord Byron
Mujer impura! Apártate de mí! Tu propia mano, No la mía, implacable le sentencia: Si tras ese espectáculo sangriento Puedes la vida soportar, oh! vive! En buen hora! te dejo la existencia» |
Parisina de Lord Byron
«La esperanza Ayer me sonreía, Y una esposa y un hijo eran mi gloria! Ese sueño fugaz se ha disipado |
Parisina de Lord Byron
Y él por ella también llorado hubiera; Mas todas las miradas anhelantes En él fijas estaban |
Parisina de Lord Byron
si esos ojos solamente Una lágrima hubieran derramado, Sin vacilar, millares de guerreros Se habrían inmolado |
Parisina de Lord Byron
De Parisina, infieles las doncellas, De su falta en un tiempo encubridoras, Buscan de salvación puerto seguro. Y al acusarla arrojan sobre ella El crimen, la vergüenza y el castigo. Y nada ocultan, y el menor detalle Que su historia confirme |
La edad de la inocencia