Amor prohibido de Laura Lee Guhrke
-Si tiene que ver con mi educación en las artes de la alta sociedad, dígamelo de una vez -susurró ella -. Si no, deje de jugar conmigo. -Estoy jugando con usted porque esto es un juego. No voy a dejarla ganar, pero si quiere, puedo enseñarle cómo se juega. Algo en esas palabras le puso los pelos de punta. -No sé de qué me está hablando. De verdad. -Lo que de verdad importa es si quiere saberlo. ¿Quiere ser una dama respetable o quiere ser Cleopatra? -Ambas. -Ah. Una respuesta interesante y que plantea una pregunta aún más interesante. ¿Puede una joven ser cautivadora, misteriosa y respetable a la vez? |